Dos vidas marcadas por el trabajo

Este año fueron dos los vecinos de la mancomunidad homenajeados, Julio Rodríguez y Pedro Valdés. También se hizo mención a una de las homenajeadas el año pasado y vecina de Fresno, doña Etelvina Carpintero Nava. Los dos homenajeados de este año, han llevado vidas que, aunque en un principio parecen similares, con el devenir de los años han tomado direcciones diferentes. Acordeonista Julio es vecino de Villaquejida. Allí vive con uno de sus tres hijos, que es el párroco del pueblo. Tiene cuatro nietos y tres biznietos. Enviudó hace 19 años. Ha pasado toda la vida dedicado a la agricultura, y tras la jubilación ocupa sus ratos libres en la huerta. Esta no es la única de las aficiones, le encanta la pesca, la bicicleta y es un excelente acordeonista, de los pocos que quedan en León. Los toros Pedro Valdés, vecino de Gordoncillo, viudo desde hace siete años vive con sus sobrinos. Comenzó su vida laboral en Riaño, en una fábrica de galochas, y de allí se fue a Erandio, en Bilbao, donde trabajó mas de 30 años en una fábrica de motores. Ha vuelto a su pueblo y allí disfruta de su descanso y de una de sus mayores aficiones, los toros. No pudo asistir ayer al homenaje que se le había preparado por problemas de salud.