Los vecinos tramitan una moción de censura contra Raúl Fernández

La situación creada por la reparcelación del paraje conocido como Las Fonticas en Puebla de Lillo que llevará como consecuencia diversas actuaciones urbanísticas está poniendo de manifiesto un alto grado de malestar importante entre la mayor parte de los vecinos. Esta reparcelación establecía la división de una parcela de la junta vecinal de 2.400 metros cuadrados en tres nuevas parcelas alejadas de la inicial que se encuentra al lado de la carretera Lillo puerto de Las Señales. Además la junta vecinal se verá en la obligación de tener que pagar 36.000 euros por los servicios públicos con los que contarán las parcelas, cuando la parcela inicial de la junta vecinal ya contaba con la mayor parte de los servicios. Todo este proceso lo acordó la junta de compensación formada por la empresa constructora, de la que es socio el presidente de la junta vecinal, el Ayuntamiento y la propia junta vecinal. Así, los vecinos han denunciado que, al ser el alcalde pedáneo de Puebla de Lillo parte interesada en la empresa, no ha defendido los intereses de la junta vecinal por lo que ya se han iniciado los trámites para presentar una moción contra el alcalde pedáneo el socialista, Raúl Fernández, quien hace unos días ha destituido del cargo de miembro de la junta vecinal al también socialista Diego Colodrón y en su lugar ha colocado al portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Javier Mejido. Este edil socialista fue increpado por los vecinos al votar con el PP que no se tuviesen en cuenta las alegaciones de 70 vecinos contra la reparcelación de Las Fonticas. Hace unos días se inició el proceso para la moción de censura, que necesita la firma de la mitad más uno de los vecinos. Además la recogida de firmas se hará en presencia de un notario para evitar la posible suspicacia, según puntualizó uno de los vecinos. Otra de las cuestiones que también está creando malestar es la intención del Ayuntamiento de construir un polideportivo en el ferial de ganado, propiedad de la junta vecinal. Según los vecinos, la posición siempre ha sido que se construya próximo al colegio, la piscina y los parques del pueblo. «Se ha creado un gran malestar por defender intereses particulares en vez de intereses de la mayor parte de la gente», alegó una vecina.