Todos juntos como una familia

En verano también hay clase, o si no que se lo digan a los 60 niños que desde el pasado 1 de julio, y por segundo año consecutivo, asisten a la escuela de verano. La iniciativa, organizada por padres y madres y con el respaldo del Ayuntamiento, está dirigida a los padres trabajadores que no pueden atender a sus hijos en horario laboral. Un día cualquiera en la escuela veraniega comienza a las 7:45 horas cuando empiezan a llegar los primeros niños al colegio Ángel González Álvarez. Allí les esperan Lorena Pacios, Esteban García Pérez y Rosa Geijo Nieto, los profesores, así como Pololo, la trabajadora social. Hasta las diez de la mañana, hora límite para que entren los niños en la escuela, los pequeños juegan, hacen manualidades y cantan y a partir de ese momento, los profesores comienzan a realizar con ellos unas actividades más programadas que, a la vez que sirven de refuerzo educativo de lo estudiado durante el curso, ofrecen a los niños una forma más divertida y lúdica de aprender. Lorena Pacios señaló: «El año pasado dedicábamos cada semana a un cuento y basábamos todas las actividades del día en esa historia», de forma que los niños «aprenden a jugar y a divertirse sin estar todo el día pegados a la televisión», indicó. Asimismo, la escuela de verano ofrece varias ventajas, como la de contar con un servicio de comedor para los niños. Los educadores aprovechan para enseñar a los que lo utilizan hábitos autónomos como la mejor forma de untar tostadas, entre otras muchas cosas. Pero, sin duda, los pequeños son los protagonistas de esta escuela, y estuvieron dispuestos a explicar sus experiencias. Así, Alba Tejedor Maestre comentó: «Estar en la escuela es muy divertido, nos lo pasamos muy bien, jugamos con plastilina, pintamos y leemos cuentos». Igualmente, Lidia Serrano Castrillo indicó: «Me lo paso muy bien en la escuela porque jugamos mucho, cantamos y pintamos». Todos los niños dijeron estar encantados jugando con los profesores y más este año, que cuentan no sólo con algunas instalaciones del colegio sino que además pueden utilizar el gimnasio. La escuela abre en un horario adaptado a las posibilidades de todos los padres, de 7:45 a 15.30 horas y el precio que los usuarios pagan por este servicio es de 25 euros por quincena o 60 por el mismo periodo si se incluye la comida. También cabe destacar que los menús que degustan los niños, y que elabora una empresa de comidas preparados para ello, están adaptados a sus necesidades nutricionales. El personal que trabaja en este proyecto es el concedido por el Fondo Social Europeo y que la Junta distribuye a los municipios en función de sus necesidades Debido a que la escuela cuenta con sólo tres profesores el ratio de alumnos por educador es de 20, por lo tanto no se han podido admitir más de 60 niños. Algunos aspirantes tuvieron que quedarse fuera de la iniciativa, que funcionará hasta la primera quincena de septiembre inclusive. El Ayuntamiento intentó sin éxito que la Administración autonómica se implicara económicamente en el desarrollo de este proyecto, más allá de la aportación del personal que en él participa.