La jornada contó con una visita al monasterio cisterciense, juegos autóctonos y baile
Más de un centenar de emigrantes leoneses recuerdan sus raíces
El Centro Leonés en Cataluña organiza el duodécimo encuentro bajo un clima de hermandad y sosiego
Algunos de los asistentes posan frente al consistorio de Carrizo de la Ribera
La Casa de León en Barcelona organizó por duodécima vez un día de convivencia dedicado a los leoneses que, alejados de su tierra, no quieren olvidar los matices, tanto culturales como gastronómicos que ofrece la provincia. La jornada contó con la presencia de un centenar y medio de personas que degustaron, en esta ocasión en Carrizo de la Ribera, un día de recuerdo y homenaje a la tierra leonesa que habitualmente han de contemplar de lejos. La reunión comenzó en torno a las 10.30 horas de la mañana coon una misa en el monasterio cisterciense de Carrizo de a Ribera, continente que, según Joaquín González Llamazares, organizador del simposio leonés, «sirvió de escenario perfecto; la gente quedó encantada con la visita posterior al monasterio. Me han llegado a plantear que trate de organizar una reunión en un marco semejante la próxima ocasión». A las 12.00 horas tuvo lugar la recepción oficial en el Ayuntamiento, lugar en el que se intercambiaron presentes con la alcaldesa de Carrizo, Silvia García García. Acto seguido tuvieron lugar los juegos autóctonos, donde el bolo leonés y la rana tomaron protagonismo. La comida de hermandad contó con representantes del municipio de Carrizo, y de Caja España, así como con el presidente de la Casa de León en Madrid, Rafael Álvarez. Después se procedió a entregar los premios merced a la Diputación de León, El Ayuntamiento de León y Caja España. El acto pretendía reunir a todos los leoneses que viviendo fuera de León decidieron compartir recuerdos y cultura entre sí, con sus familiares y amigos. Joaquín González quiso añadir que pese al buen sabor de boca que le dejaba la jornada era «ambicioso» y no se contentaba con las 150 personas concurrentes. «A mi me hubiera gustado que asistieran mil o mil quinientas personas, pero denro de la tónica de los útlimos años es un número muy bueno», advirtió González Llamazares. Del mismo modo hizo hincapié en la «posibilidad de realizar el próximo encuentro en los alrededores de la Bañeza o Astorga, siempre y cuando los alcaldes estén de acuerdo y permitan que se celebre».