Fracasan los intentos para salvar los peces del embalse de La Tabla

Los esfuerzos del Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz y de los guardias de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) por encontrar una salida a la situación del embalse de La Tabla, en Jiménez de Jamuz, no han servido para vencer la sequía y conseguir una solución al problema de mortandad de ciprínidos (barbos, carpas y tencas) en estas aguas. La suspensión del riego que realizaron los agricultores de la presa del Caz así como quienes usan para esta actividad La Tabla ha servido para que llegara más agua hasta el pequeño pantano -cuyo nivel subió durante el fin de semana, como era de esperar-, pero no la suficiente para garantizar la supervivencia de su fauna piscícola, tal y como reconocía ayer el alcalde de Santa Elena de Jamuz, Jorge Fernández. Fernández visitó el pantano acompañado por un técnico de la CHD el lunes por la tarde, con el fin de examinar la situación. El regidor explicó ayer que desde la CHD se estudió la posibilidad de conseguir más agua para el embalse cerrando pequeñas presas destinadas a la obtención de agua para el riego e incluso «soltando agua de la presa del Valtabuyo. Sin embargo, aquí tampoco hay agua y cerrar presas no solucionaría el problema», indicó. Así, según el relato de Fernández, «los guardias de la CHD ha informado a la Junta de Castilla y León para que se retiren los ejemplares muertos, tarea que llevaremos a cabo mañana a las 8.00 horas -hoy, a las ocho de la mañana, para el lector-, entre personal de la Junta y del Ayuntamiento de Santa Elena, además de algunos voluntarios». El último paso La retirada de los peces muertos permitirá que la putrefacción «no consuma más oxígeno del agua. Pero, como la solución definitiva es que llueva, el siguiente paso es que la Junta se lleve los peces vivos», operación para la que no se ha fijado aún fecha. Con el transcurso de los días la falta de oxígene en el agua ha matado cedntenares de alevines.