Fernando Aller afirma en el pregón de las fiestas que en el Páramo «no existen los hijos de la nostalgia»

«En el Páramo no existen hijos de la nostalgia, ni siquiera como recurso literario para adornar pregones y salutaciones florales». La frase fue pronunciada ayer en Santa María del Páramo por el director del Diario de León, Fernando Aller, quien intervino como pregonero en el día grande de las fiestas de la localidad, bajo la advocación de La Virgen de la Guía. Fernando Aller comenzó su intervención con un recuerdo al pueblo que él conoció en su adolescencia y acudió a la memoria que como paramés le ha unido siempre a Santa María. La llegada del agua La vida antes y después de la llegada del agua fue el punto de referencia de un pregón marcado por la confianza en el presente y en el futuro. «¡Qué lejos! -dijo el pregonero- queda ya una etapa que algunos vivimos de niños en sus estertores, desde la inconsciencia que provoca la ignorancia, y que después por los libros hemos sabido que no difería tanto de nuestro Páramo en la Edad Media. Fue el milagro del agua, que todo lo transformó y que ha hecho de nuestra tierra un lugar fértil, con un desarrollo vertiginoso. De aquel trillo y del arado romano, de la tarea inacabada de horadar la tierra en busca del agua, siempre un pozo más profundo que superaba al del vecino y al propio, pasamos en un suspiro a los primeros tractores, todavía sin cabina y sin dirección asistida». Modernización del regadío Aller mostró su confianza en los nuevos proyectos de automatización de los riegos y apostó por la unión de todos. «Ya se sabe -dijo- que el progreso es ese algo que antes aparece en la mente de unos privilegiados como una realidad que para otros es simple quimera. Seamos todos privilegiados para confiar en el futuro, porque nuestra experiencia del más reciente pasado nos demuestra que allí donde llegue su imaginación, puede llegar el hombre». En este sentido, advirtió del peligro de agoreros y de quienes crean confusión con intereses alicortos y bastardos.