La Junta afirma que la solución al lago de La Baña no pasa por dragarlo

«No podemos tratar el lago de La Baña como si fuera un estanque». aseguró ayer, José Luis Blanco, jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, a propósito de la gestión que la Junta de Castilla y León ha realizado en el lago de La Baña, monumento natural que ha perdido una cosiderable cantidad de agua en los últimos meses. Blanco negó además que haya truchas muertas flotando sobre la reducida superficie del lago o en sus orillas, en contra de la versión que sostiene el vicepresidente de la junta vecinal de La Baña: «Las truchas que había se mantienen con la poca agua que queda y basta con que veamos boquear no a una trucha, sino a cualquier pez, por insignificante que sea, para que actuemos», aseguró el jefe del servicio de Medio Ambiente en la provincia. Blanco respalda resta afirmación con el argumento de que «todos los días sube el guardia de la zona» a ver la situación del lago y estima que, en todo caso, «la Junta no tiene la culpa de que no llueva». En opinión de José Luis Blanco, las soluciones que se proponen desde la junta vecinal de La Baña son «remiendos, que no solucionarían el problema. No podemos hormigonar la salida del agua, porque no podemos tratar el lago como si de un estanque se tratara». Para estudio Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente también se descarta la posibilidad de dragar el fondo del valle en el que se encuentra el este enclave natural: «Es precisamente el origen glaciar del lago el que impide tomar esta medida. Supone cargarse el lago, debido a la importancia de los sedimentos, ya que hay quien se dedica al estudio de los fondos de lugares como este». Ante la situación, José Luis Blanco ve como salida las lluvias anunciadas para esta semana y «dejar que el lago evolucione». En todo caso, niega que el problema se derive de la dejadez: «Estamos actuando todos los días en toda la provincia para que las truchas no se mueran», concluyó. Por su parte, el alcalde de Encinedo, Ramiro Arredondas, declinó ayer manifestarse a propósito de la situación que se vive en el lago: «Pienso que el mejor criterio es el que puedan dar los técnicos de la Junta de Castilla y León», indicó el regidor, que subrayó la sequía «que vive todo el país y que también provoca que el río Eria, por ejemplo, se quede sin agua». El lago de La Baña se declaró Monumento Natural en 1990, mediante decreto de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Se consideró entonces que «los valores naturales del espacio son excepcionales, tanto desde el punto de vista botánico y faunístico,sin olvidar el geomorfológico», según se cita en la página web de la Junta, a propósito de este enclave en la comarca de La Cabrera. Un espacio «frágil» La misma documentación precisa que «la fragilidad de este enclave es patente, dado que en la actualidad el valle está destruido en sus dos terceras partes por explotaciones a cielo abierto». También se apunta a la proliferación de algas como agente de «degradación de la vegetación».