Que no todo el monte es orégano

La Consejería de Medioambiente de la Junta de Castilla y León, a través del Plan 42, está realizando un estudio en los municipios de Villablino, Cabrillanes, Palacios del Sil y Murias de Paredes sobre el aprovechamiento de la genciana y otras plantas de interés económico (arándanos), sus posibilidades de comercialización conjunta y la viabilidad de una factoría de primera transformación en la zona. La importancia botánica de la genciana (gentiana lutea) y el interés económico han puesto en marcha este estudio, cuyo objetivo es el de favorecer la creación de nuevos yacimientos de empleo, a través del aprovechamiento sostenible del recurso y la conservación de la especie, además de servir como experiencia piloto para el resto de zonas productoras. El estudio de la genciana y los arándanos en la zona, que cuenta con la colaboración del departamento de la Universidad Rey Juan Carlos I y un vivero de Valladolid, se ha centrado principalmente en su aprovechamiento y transformación, con dos grandes grupos de análisis: el estudio botánico y del aprovechamiento y el estudio económico y de viabilidad. Para ello, un equipo técnico multidisciplinar de cuatro personas está realizando el trabajo, que finalizará el próximo verano, en 808 kilómetros cuadrados pertenecientes a los cuatro municipios. Antecedentes Las características climáticas, geomorfológicas y edáficas de los cuatro municipios han propiciado la existencia en su territorio de poblaciones de genciana de notable importancia, tanto a nivel regional como incluso nacional. Su interés medicinal ha favorecido que desde hace mucho tiempo se venga aprovechando de manera tradicional (principalmente para el saneamiento del ganado), pero también, y cada vez más habitualmente, para comercializarla, con lo que la población de esta zona obtendría un notable beneficio económico. Cada vez es más habitual que Medioambiente y las juntas vecinales concedan licencias para aprovechamientos de carácter marcadamente comercial a vecinos que lo soliciten o a intermediarios foráneos, tras el pago a la junta vecinal de la tasa correspondiente - entre 0.15 y 0.20 euros por kilo-. Cuando son los propios vecinos los que realizan el aprovechamiento, suelen vender la genciana sin transformar, o como mucho tras un sencillo proceso de sacado al aire, a intermediarios que a su vez lo venden a empresas El hecho que cada vez se soliciten más licencias de aprovechamiento pone en evidencia el potencial económico de la especie y la necesidad de un serio control de su extracción, con el valor añadido de que podría crear empleo y favorecer la demanda turística. Para la puesta en marcha del proyecto resulta fundamental la implicación de la consejería de Medioambiente, recolectores y población interesada, fomentando el asociacionismo y la cooperación mutua. La genciana se cultiva por encima de los 1.000 metros de altitud y sus meses de floración son entre junio y agosto, mientras que la época de recolección tiene lugar entre septiembre y octubre. Entre sus propiedades más conocidas destaca su uso como tónico estomacal. La muestra de pintura Contrastes, con obras de once autores, permanecerá en Villablino hasta el 11.| c.v.