WWF Adena y las empresas de electrónica respaldan esta campaña de reciclado
Eroski pone en marcha una campaña de recogida de teléfonos móviles
El hipermercado de la ciudad dispondrá de un tragamóvil y de un contenedor de tóner
El teléfono móvil, ese aparato que las sociedades desarrollados han integrado ya a su forma de vida como artículo de obligatorio uso, continúa siendo útil incluso cuando se estropea. Es lo que vinieron a decir el gerente de Eroski en La Bañeza, Óscar Paredes, y el director comercial de las Fundaciones de Medioambientales de la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicación (Asimelec), Julio Lema, en la presentación de la campaña de reciclado de celulares y cartuchos de tinta que se pone en marcha hoy en el hipermercado de la firma de distribución. La empresa y Asimelec lanzan la campaña, junto con WWF Adena, por segundo año consecutivo y la gran superficie bañezana se une a ella tras su apertura, de la que se cumplirá en breve el primer aniversario. El gerente de Eroski La Bañeza, Óscar Paredes, explicó que durante los meses de octubre, noviembre y diciembre los clientes del hipermercado podrán depositar sus teléfonos y cartuchos de tinta de impresoras y faxes gastados en los contenedores que se instalarán en los centros de Eroski de todo el país y que pretende llegar «a un millón de consumidores». El tragamóvil, que así se denomina al contenedor de teléfonos, y el depósito para los tóner se instalarán hoy en La Bañeza junto con otro material de tipo de material informativo y publicitario, dentro de un expositor de la revista Ideasana , que edita la Fundación Eroski. El año pasado, los centros de la empresa de distribución recogieron dos toneladas de móviles. Julio Lema, de las Fundaciones Medioambientales de Asimelec, explicó que son los fabricantes de telefonía móvil los que ponen en marcha esta campaña, con el fin de que los aparatos no terminen en «vertederos o en lugares peores», sino en plantas de reciclado. Chatarra electrónica «Cada vez hay más residuos de este tipo y, de hecho, la basura electrónica crece a un ritmo tres veces superior que el resto de los residuos sólidos urbanos», destacó el representante de las empresas de electrónica. Lema indicó que el tragamóvil plantea un tratamiento adecuado para las baterías -el componente más contaminante- y el aprovechamiento del resto de los materiales que forman el aparato: «Después de tres años de recogida, podemos asegurar que más del 90% de los componentes se pueden reutilizar», subrayó. La separación de los metales del plástico permite obtener materia prima secundaria y un ahorro de energía al no tener que realizarse el proceso de transformación de ésta desde su origen. Los fabricantes de aparatos eléctricos y de comunicaciones han recogido en el último trienio 250 toneladas de teléfonos móviles, lo que supone más de millón y medio de teléfonos. En la actualidad, Asimelec dispone de trescientos puntos de recogida en España y espera alcanzar los quinientos.