Suena otoño
CON LA MUSA de la música. Sueña otoño con el sonido y el eco del ruido convertido en melodía. Y a otoño se le ha cumplido su sueño porque se vistirá de gala en esta villa de Veguellina de Órbigo para recibir a Evgueni Starodoubtsev como el primer concertista del ya tercer Ciclo de Conciertos «Música en el Río del Oro». Otoño que cubre de oro la tez de las hojas y los caminos de nuestra ribera, respira el más puro oxígeno aquí en Veguellina para deleitarse este próximo sábado 29 de octubre con las elevadas notas musicales que, desde la sede de la Obra Cultural de Caja España de este pueblo, se podrán disfrutar a partir de ahora ya que es este hermoso rincón ribereño se reunirá la elite mundial de la música hasta que la primavera bañe se verde los chopos y la sangre de la naturaleza. Aquí se escucharán las mejores notas para deleite y goce del personal que libre y gratuitamente quiera columpiarse en los sonidos más puros que se escuchan ahora mismo en el planeta. La Cazuela de Manuela: Receta: «Buñuelos a la tecla rusa» Ingredientes: Evgueni Starodoubtsev / Miguel Ángel Martínez y Antonio Rivero (Productores) / Caja España, Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo e Instituto Leonés de Cultura (Patrocinadores) / Colaboradores / Público, el gran hacedor y sentidor de las mejores vibraciones. Preparación: Hace tres años, cuando se hizo el milagro del primer ciclo de «Música en el Río del Oro», todos los que fuimos testigos de la emoción sentida en cada concierto no podíamos imaginar que al calor de esa lumbre especial que deja el alma de quién vive por y para la música (léase igualmente a concertistas que a los productores y el director musical del ciclo, Miguel Ángel Fernández Vega), se fueran guisando los mejores momentos musicales que sin duda se han vivido en la provincia y me atrevo a decir que en el panorama musical del país. En ese calor el público, antes ignorante de corcheas, tiempo de aplausos o silencios, denso a la hora de escuchar y distinguir, ha ido creando una crema y nata dignas del mejor dulce. Ahora aunque no seamos entendidos aún en la magnitud que desearíamos, gracias a esta mezcla de sentimiento, ganas de saber y emoción, vamos estando ya hechos para comernos mejor cada pedazo de concierto.