La pedánea pierde la esperanza de recuperar el dinero invertido en oro

La presidenta de la junta vecinal de Quintanilla de Somoza, Ana Rosa Zorita, acogió ayer con resignación la sentencia del Tribunal Supremo que absuelve a los asesores Antonio Nistal Vidal y Pelayo Vélez Narganes de un delito de estafa en relación con el fraude de las inversiones en oro en la localidad en los años noventa. La pedánea se lamentó también de que el fallo, del que ayer informó en exclusiva este periódico, reduzca de 300 a 25 euros la cuota diaria de la multa impuesta a Jacinto González Martín, cerebro de la trama, condenado a seis años de cárcel por la estafa, que afectó también a otros inversores. «Buscábamos recuperar el dinero, y no lo conseguimos, así que, aunque condenen a González y, en ese sentido, la sentencia nos sea favorable, no nos resuelve nada, porque él se ha declarado insolvente», indicó Zorita. La presidenta de la junta vecinal, además, expresó su desconfianza respecto a esta supuesta insolvencia del condenado. Zorita manifestó su respeto a la justicia al señalar que «si los jueces han absuelo a Nistal y Vélez tendrán sus razones, ellos valorarán si ambos conocían o no la actividad fraudulenta con el oro». Sin embargo, manifestó su descontento al señalar: «Este caso nos puso todo patas arriba, y las penas que han recibido, ni fu, ni fa. Ellos han salido por la puerta grande y nosotros nos hemos quedado sin nada». «Filete que se lleva el gato» La pedánea admitió que ha perdido la esperanza de recuperar el dinero. «Se supone que González fue condenado a devolverlo, pero nada», dijo. «Yo siempre digo que filete que se lleva el gato no vuelve al plato», añadió. Zorita también indicó que el hecho de que el pueblo decidiese hace tiempo dejar de ser acusación particular en el proceso judicial y retirarse del caso obedeció a cuestiones económicas. «Nos dijeron que este señor (en referencia a Jacinto González) no tenía dinero, y preferimos no seguir gastando el nuestro en abogados para mantener lo poco que nos quedó y poder asumir con él algunas necesidades», apuntó. La estafa del oro, que se produjo en 1993 aunque no fue destapada hasta 1996, a raíz de una denuncia de la antecesora de Zorita, María Luz Fernández, produjo una profunda fractura social entre los vecinos de esta pequeña localidad maragata, que creyeron invertir en oro 863.293 euros procedentes del pago de las expropiaciones del campo de tiro de El Teleno.