Diario de León

CARTA TE ESCRIBO

Estatuto maragato

Publicado por
MARTÍN MARTÍNEZ
León

Creado:

Actualizado:

QUERIDO hermano: A la espera que dejen en paz a doña Leonor, enfila bien este bendito mes que si no es invierno oficial lo parece, y es tiempo de castañas asadas y cata de vinos nuevos. Es tiempo de estatutos y de andarse con ojo con los nacionalistas que parece como si las lluvias les dieran bulas al igual que a las setas; lluvias que por fin han llegado a estos andurriales; aunque no en la cantidad precisa, sí al menos como consoladoras de lágrimas ya secas. Verdean los campos, aunque Villameca está, todavía, en lagunilla, que es lo mismo que estar en la agonía, con Oliegos al aire. Y cuando lo del estatuto - déjalo con la o final- catalán galopa dejando pelos en la gatera, en esta geografía leonesa también andan con maragalladas ; que, a lo mejor, no les falta razón pues bien sabido es aquello de o jugamos todos o rompemos la baraja . Mira, si no, lo de Tarsicio y sus cuates; no rascan bola desde el divorcio, pero rascan y rallan que no veas. Sus ansias de nacionalismo bercianista los lleva al desvarío más absoluto y absurdo, aunque bien cierto es que ese llamado consejo comarcal no le va a la zaga; que también se dispara como si lo cargara el diablo en tiempo de cacería y andan arañando tierras por Cabrera y Laciana, como si estas no fueran tan comarcas como el propio Bierzo. En el recuerdo me queda aquel mapa que el consejo editara hace dos o tres años, en el que puesto a extender su radio de acción casi llegaban a engullirse Castrocontrigo, se comían toda la Cabrera y un buen cacho de la Valdería; total puestos a trazar líneas... Emburriaban, que no veas querido, por la parte de Foncebadón, arrebatando Manjarín, la Cruz de Ferro, Prada y el coto de Gaucelmo como si aquello fuera el puerto de Arrebatacapas y no comarca de Maragatería; claro que, en lo relativo a esta influencia berciana sobre lo que en la Edad Media se llamó Monte Irago, buena culpa es de las gentes de aquende el alto, o sea de los maragatos, los habitantes de la Somoza, y su indolencia; la pasividad que ellos demostraron tuvo el contrapunto de los avispados bercianos y se dejaron comer la merienda de albergues peregrinos y romerías; ahora sollozan por lo que dejaron perder sin poner demasiado interés en la recuperación. Pero a lo que iba hermano, que se me fue el aliento por la cimada; y esos molinos que se ven por los altos me desorientan más que a las juntas vecinales y la escasa tajada que les ofrecen. Ante esas ansias fagocitadoras de Tarsicio, que otros tienen y sacarán a relucir en cuanto puedan, no he visto respuestas ni opiniones de los cabreireses, menos de los responsables de los municipios de Castrillo y Encinedo; aún no he detectado reacciones de Villagatón al que quieren dejar manco quitándole la mano y el antebrazo de La Silva y Montealegre; menos mal que le dejan el muñón de Manzanal. Y es que, querido, esto de los nacionalismos ha tomado una marcha como si todos hubieran probado ya el vino nuevo al que le faltan unas heladinas para estar a punto. Se emborrachan, y después sale lo que sale; pero sale, o va saliendo, menos en León, que Zapatero tiene contentos a los del Conceyu Xoven. Vamos a tener que poner de acuerdo a los dos grupos bercianistas, a los leonesistas que salen como setas, a los que hablan de identidad leonesa sin que sepamos cual es la suya, y mandarlos a todos a la Moncloa -la de Madrid-. Así juntos y revueltos podrían lograr algo, que por separado, como dice Nolete, lo único que consiguen es joder la marrana. Y cuando nos arrejuntemos los precisos, a son de campana tañida, nos inventamos lo del País de Maragatos , le parimos un estatuto y a hacer puñetas; seguro que en las Cortes nos lo pasan. El articulado del mismo será por consenso y corto, muy corto.

tracking