Billete de ida sin vuelta atrás Dos poblaciones, un corredor

Recorren un kilómetro al día como mínimo, crece a un ritmo que va entre el 3% y el 7% anual, lo que permite un mínimo margen para el optimismo, se agrupa en dos poblaciones básicas en la cordillera del Cantábrico, con un corredor que podría limitar un 19% su movilidad en el caso de que la variante de Pajares termine de ver la luz en algún momento y llevan un menú bien diferente en los últimos tiempos. El oso pardo ha sido sometido a estudio en los últimos años, y gracias a las conclusiones extraídas en el Congreso Internacional que se acaba de celebrar el mes pasado e Italia, se sabe más de la especie y de los ejemplares que residen en la zona de Laciana. Siete kilómetros diarios De momento, lo más soprendente es concretar el dato de su movilidad, de acuerdo al cual, en una semana pueden haberse desplazado por espacio de siete kilómetros, aunque mucho más complicado es establecer el censo de los animales que quedan. La utilización de cámaras fotográficas de última generación, ha permitido que en la zona de Asturias se haya conseguido fotografiar a buena parte del censo existente, si bien hay constancia de que algunos de los ejemplares que se encuentran en la vertiente leonesa, también están registrados. La Fundación Oso Pardo entiende que no se puede «bajar la guardia bajo ningún concepto» a pesar de las excelencias de las cifars que aparecen en estos días. Y eso que los arándanos, una parte básica de su menú, ha desaparecido de los bosques, y ahora se alimentan basicamente de cerezas, manzanas y moras, con las que sustituyen su dieta. Otra cuestión es la movilidad. La variante de Pajares se ha convertido en un problema, y para eliminarlo, es necesario recurrir a la reforestación urgente de la zona en el momento en el que el tren de alta velocidad arranque e inicie su irrupción en la zona. Habría que reforestar 6.570 hectáreas... La conferencia celebrada en Italia el mes pasado ha concluído la existencia de dos poblaciones diferentes en la zona de acción del noroeste, que se comunican a través de un corredor único, ahora truncado con la futura construcción de la variante de Pajares, que exigiría una reforestación de 6.570 hectáreas en toda la superficie que comprende la zona afectada.