Las reses de vacuno vuelven a la feria tras varios años de ausencia

La feria más importante que se celebra anualmente en Riaño, o feria de noviembre como muchos dicen que siempre se ha llamado, congregó ayer a miles de personas que pudieron disfrutar de la agradable mañana para recorrer los cientos de puestos que se distribuían a lo largo de varias calles de Riaño. El ferial acogió ganado procedente de toda la comarca aunque su número sigue siendo bastante reducido si tenemos en cuenta lo que significó esta feria hace años en lo que se refiere a punto de encuentro entre ganadores y compradores. No obstante hay que significar que si bien en los últimos años la aparición de la enfermedad de la brucelosis causó que el ganado vacuno no apareciese por la feria, en esta edición ya son algunos los ganaderos que han decidido traer sus reses. Aunque el mayor número de ejemplares procedió de la cabaña caballar. Cerca de un centenar de reses contribuyeron a crear un ambiente ganadero a esta feria. En otro orden de cosas destacó la gran acumulación de puestos que cada año inundan la feria de Riaño. Aunque en su mayoría sólo se pueden adquirir productos alimenticios y en concreto productos de la provincia de león y la comarca, también son muchos los que ofrecen ropa, antigüedades o utensilios de trabajo en general. La mañana de la feria de Riaño terminó con el habitual vino en los bares y con la comida en los restaurante donde desde hace días las reservas estaban al completo. Más de uno ha tenido que esperar horas para poder comer en una mañana muy animada de gente.