Cerrar

Inquilino nuevo en el cielo porcino

La lección de eficacia y buen hacer de los matarifes agiliza el acto central de las jornadas gastronómicas de Posada de Valdeón, organizadas por el CIT y cargadas de anécdotas

Sacrificado el animal, se inicia la labor de la limpieza pertinente

Publicado por
Larry - corresponsal | posada de valdeón
León

Creado:

Actualizado:

Buena parte de los vecinos de Valdeón y un nutrido grupo de visitantes se dieron cita ayer en la plaza de Posada para asistir al rito de la tradicional matanza del gocho, acto central de las segundas jornadas gastronómicas organizadas por el Centro de Iniciativas Turísticas Valle de Valdeón en colaboración con el Ayuntamiento de Posada. Los asistentes tuvieron que esperar un poco la llegada del cerdo, que se produjo con un poco de retraso sobre el horario previsto, pero a nadie se le hizo larga la espera degustando los sequillos y galletas de la panadería de Posada entre tragos de orujo y mistela, como manda la tradición de tomar la parva. Limpieza meticulosa Tras la llegada en un remolque del cerdo protagonista, éste recibió una rápida muerte de manos de cuatro vecinos expertos en la faena que realizaron una exhibición de buen hacer, tanto en la muerte del animal como en su meticulosa limpieza, detalle que no pasó inadvertido para la concurrencia y que fue muy valorado. Después de terminar las labores propias del sacrificio del animal y dejar la canal lista para su oreo, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar la chanfaina preparada para la ocasión y que sirvió de aperitivo para afrontar el cocido valdeonés que se ofrecía en los restaurantes junto con una buena lista de postres caseros. Los productos del cerdo sacrificado ayer serán ofrecidos para su degustación el próximo día 26 en forma de parrillada, lo que sin duda volverá a dar lugar a una nueva reunión de vecinos y turistas en torno a la parte más sabrosa de la matanza. Los niños que presenciaron el acontecimiento con sus padres participaron de la ceremonia sin recelos, explicando los mayores a los pequeños, o a los que nunca habían presenciado una matanza, todos los procesos del acontecimiento. Uno de los niños más pequeños preguntó a su amigo de más edad para qué mataban al cerdo, a lo que su amiguito le respondió con toda naturalidad «porque los cerdos no se pueden comer vivos y hay que matarlos antes de hacer los chorizos». El día 4 otro gocho Para todos aquellos que no hayan podido asistir a este evento, la organización ha dispuesto la matanza de otro cerdo para el domingo día 4 de diciembre, realizándose la degustación de sus productos habituales para el miércoles siguiente. Se confirma así el interés del público por asistir y participar de este tipo de acontecimientos tradicionales que antaño eran frecuentes en todas las casas y que, cada vez más, solo se producen en actos conmemorativos, sirviendo cuando menos para juntar a los vecinos en torno a una actividad que todos identifican como cercana.

Cargando contenidos...