El proyecto deberá contar con un plan de restauración de la zona
En el dictamen elaborado por la consejería se establecen una serie de condiciones que la empresa debe de cumplir. Entre las medidas protectoras están la afección al terreno, por el que Naturener deberá garantizar que las obras produzcan los menores efectos negativos sobre las personas, la vegetación o la fauna de la zona, así como que los movimientos de maquinaria y tierra se reduzcan a los mínimos posibles. En relación a la protección del suelo, se apunta que la tierra vegetal que se retira para la construcción del parque deberá conservarse adecuadamente para la posterior restauración del entorno medioambiental. El proyecto definitivo deberá contar con un balance del coste del plan de desmantelamiento y restauración. Además, antes de la realización de las obras se deberá realizar una prospección arqueológica para asegura que el parque eólico no daña ningún resto y, para ello, será preciso contar la autorización del servicio territorial de Cultura.