Ermita con el cielo por tejado

El Ayuntamiento de Sahagún decidió tomar cartas en la restauración de la ermita de la Virgen del Puente para mitigar al menos las graves deficiencias que definen el estado actual del templo; desde su interior es fácil observar el cielo raso, según puede comprobar el visitante de este monumento que recibe al peregrino de la Ruta Jacobea a su entrada en la provincia leonesa. El proyecto de restauración iniciado en la ermita derivó en una paralización inmediata de la acometida ante la riqueza que atesoraba bajo los muros. Aconsejó un estudio más profundo y la ejecución de las obras por medio de personal especializado en restauración de este tipo de monumentos. Los alumnos de la escuela taller dirigieron sus intervenciones hacia otros espacios y actuaciones de menor calado arquitectónico. El siguiente paso en el relato cronológico en el intento de salvar la integridad del templo le correspondió al actual equipo de gobierno municipal de Sahagún, que dio traslado a Patrimonio de la necesidad de que hiciera frente a la restauración y dotación de medios para llevarla a cabo, acorde en todo caso con la relevancia de una ermita asentada a orillas del Valderaduey, que atestigua la riqueza histórica del mudéjar de Sahagún, del siglo XIII. Los expertos coinciden en ese valor histórico, en una construcción que no por sencilla y simple esconde encantos y riquezas, sobre los que destacan sus ábsides y presbiterio en la planta que aún se mantiene en pie sobre una construcción de piedra y ladrillo mudéjar. El Ayuntamiento de Sahagún ya recibió una comunicación de Patrimonio en la que se señala la imposibilidad de destinar una partida económica para la urgente restauración, al menos en los actuales presupuestos -el centro no figura dentro de los Bienes de Interés Cultural- y debido también a la amplitud de actuaciones a las que se hacen frente en otros puntos de la autonomía. Es decir, que para la ermita de la Virgen del Puente no llega el dinero. El consistorio de la villa trabaja ahora en la posibilidad de buscar otras vías de financiación de lo que considera una urgencia ineludible. Este santuario mariano se ofrece como primer punto de encuentro de los peregrinos a su entrada a León a lo largo del Camino de Santiago y se define como un lugar de acogida, descanso y oración. Aunque desde su interior, además de la herencia de su cabecera mudéjar, se observa la presencia el acento del paso del tiempo en cubiertas rotas, sus muros desprotegidos y expuestos a las inclemencias de los duros inviernos de la provincia leonesa y, sin ápice de exageración en la apreciación, el cielo. Este estado aconseja la intervención urgente para, al menos, lograr una cubierta que pusiera bajo techo todo el conjunto. Al menos, según se desea desde el Ayuntamiento de Sahagún, de esa forma se asegurará la primera referencia arquitectónica leonesa en el Camino de Santiago, al lado del río Valderaduey, ante una pradera empapada de leyendas.