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Los representantes de los espacios declarados Reserva de la Biosfera recogieron sus diplomas

León muestra en el ministerio su capacidad de desarrollo sostenible

Narbona alerta contra el urbanismo no sensato como mayor enemigo del medio ambiente

Los alcalde de la provincia de León posan en primera fila con los diplomas acreditativos

Publicado por
Pacho Rodríguez - madrid
León

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En las olimpiadas de la biosfera, León sería potencia mundial. Ayer, en el Ministerio de Medio Ambiente, en un acto presidido por su ministra, Cristina Narbona, hasta cinco veces, de un total de once, tuvieron que subir los representantes institucionales de las comarcas consideradas como Reserva de la Biosfera. El viaje a Madrid de los alcaldes leoneses servía para corroborar que Los Argüellos, el Alto Bernesga, los valles de Omaña y Luna, el de Laciana y el de Babia son tan patrimonio del pasado como del futuro. Y que la UNESCO, institución encargada de determinar los criterios que llevan a esta distinción, ha encontrado en la provincia leonesa, en estas zonas señaladas, uno de los más ricos ejemplos de desarrollo y sostenibilidad. Por comunidades, tan sólo Andalucía, con ocho zonas calificadas de Reserva de la Biosfera, supera a las cinco que comprende Castilla y León, precisamente todas en la provincia leonesa, lo que da buena cuenta de la trascendencia de una realidad que debe ir más allá de los diplomas, «y traducirse en más ayudas económicas», tal y como sugirió Guillermo Murias, alcalde de Villablino y encargado de recoger el reconocimiento dirigido al valle de Laciana. Junto al resto de representantes de otros puntos, como Cantabria, Galicia o Madrid, los ediles leoneses se encontraron con el reconocimiento de la ministra y con la exigencia «de estar a la altura de lo que significa la distinción», según advirtió la titular del Ministerio de Medio Ambiente. Cristina Narbona abundó en la autocrítica colectiva al señalar, también, que en España se han generado puestos de trabajo, pero que, según los informes de sostenibilidad, se han creado a costa del patrimonio natural, en alusión a un urbanismo exacerbado que calificó como de «no sensato». Ovidio Benítez, alcalde de Cabrillanes, Óscar Gutiérrez, de Villamanín; Horacio Rozas, de Murias de Paredes; y Gonzalo González, de Cármenes, junto a Murias recogieron los respectivos diplomas de manos de la ministra Narbona.