Brindis de plasma
EN LA MESA de la vida, veo copas del mejor vidrio, trabajado con las solidarias manos de las personas que pasan apostando por la salud y el buen reparto de su propia sangre. A ellas y a todas las que a lo largo de la historia de la Hermandad de Donantes de Sangre de León, han escrito con letras de entrega el libro de la donación van dedicadas estas líneas que quieren ser un abrazo de gracias y un brindis por la interpolación de moléculas de los solidarios que entregan con asiduidad su plasma para saciar la sed venas menos afortunadas. A todos los que comparteno el gran cáliz con los desfavorecidos y a los que hacen posible que el dulce mosto se convierta en milagro, desearles salud para que sigan en este templo que es la solidaridad. A los que aún no han llegado a llenar su cáliz, conminarlos para que donen. La receta de la Cazuela de Manuela: cóctel de glóbulos frescos. Los ingredientes, Donantes de sangre, Hermandad de Donantes de León, Sacyl, Unidad Móvil de Donación de Sangre, delegado de la Hermandad en Veguellina, Santiago Mansilla Ariño. Preparación: hoy la cazuela le ha dejado el sitio a la jarra o coctelera de barro para preparar este suculento cóctel del que no podríamos hacer uso, si la Hermandad de Donantes de Sangre de León no hubiera dejado exacta y extraordinariamente apuntalados los cimientos de este engranaje necesario, sabio y rico de la Donación de la Sangre. Añadimos a los delegados de cada pueblo que ha visitado a lo largo de tantosaños la Unidad Móvil para dejarlos al cuidado del aliño. Introducimos en el recipiente a cada uno de los donantes y agitamos durante toda la tarde del 27 de este enero de cuesta y frío, ya que esa tarde en concreto podremos contar en Veguellina de Órbigo con la Unidad Móvil para poder donar nuestros hematíes sin vacilar. Cuando el cóctel esté en su punto, vendrán los sedientos de salud a beber vida gracias a seres que se han dignado ofrecer desinteresadamente un poquito del torrente más sagrado y liviano para la sana marcha del individuo por el camino de la existencia. Que nadie se llame a engaño, todos somos posibles consumidores de esta savia roja. Si nunca has derramado un poquito de este líquido en esa coctelera que es la bolsa del donante, dirige tus pasos a cualquier punto en donde puedas dejar varios tragos de tu rojo cava. No dejes para mañana lo que puedas donar hoy.