La festividad de Santo Tirso une a los vecinos de la barriada en torno al pórtico de la iglesia, un año más

La agrupación musical Los Intocables amenizó los actos correspondientes a la festividad de San Tirso, que se ha celebrado este fin de semana en el populoso barrio del mismo nombre asentado en la villa, y que aun año más, ha cumplido con la tradición que exige la onomástica de turno. Colectivos de vecinos y familiares de los residentes en la zona pudieron disfrutar de las actividades, si bien las bajas temperatura o lo inusual de la climatología que ha soportado la comarca estos días, ha modificado en parte las previsiones iniciales. A tal efecto, el pórtico de la iglesia, con cierres improvisados para proteger a los ciudadanos de las adversas condiciones, sirvió de escenario en el que se desarrollaron buena parte de las actividades en cuestión. Cucañas y juegos repartieron entre los pequeños regalos de valor casi simbólico, sin otras pretensiones que regalar alegría entre los niños, obsequios que todos disfrutaron en el día festivo. Celebración eucarística Tras la celebración eucarística, la fiesta continuó, con la anunciada degustación de los chorizos a la brasa, sin olvidar el caldo con el que acompañarlos. Las viandas fueron repartiéndose entre los asistentes. Previamente un grupo de jóvenes del barrio, bien metidos en años, como se puede apreciar contemplar en la fotografía superior, se comprometieron a la labor de lograr que el resto disfrutara de tan agradable merienda, al tiempo que ante tal afluencia de visitantes, dieron por buena su colaboración. Los fuegos artificiales hicieron que el resplandor de la nieve fuera mayor en estas circunstancias, si bien, la noche continuó en toda su extensión festiva a lo largo de su desarrollo.