La población de osos repunta en la cordillera con seis nuevos ejemplares

La población oriental de osos pardos, la más amenazada de las dos que se conservan en la Cordillera Cantábrica, tuvo en 2005 seis oseznos, lo que confirma el repunte que está experimentando su reproducción a lo largo de los últimos años. La población oriental está formada por unos 25 ó 30 ejemplares que habitan en los límites de Cantabria, León, Palencia y Asturias, separados desde hace años de la población más numerosa que vive al occidente, en las montañas que unen Asturias, León y Galicia. El Gobierno de Cantabria y la Fundación Oso Pardo anunciaron ayer que el año pasado tres hembras de la población oriental parieron tres, dos y un osezno, respectivamente, que se unen a los siete nacidos en los dos años anteriores (cinco en 2003 y dos en 2004). Dos bajas no naturales Sin embargo, este grupo de osos también sufrió en septiembre del año pasado dos bajas no naturales, causadas por el hombre, la de un oso que murió envenenado en Resoba (Palencia) y la de otro que recibió disparos de posta en Polentinos (Palencia), según los informes remitidos a la Fiscalía por la Junta de Castilla y León. El Gobierno de Cantabria renovó ayer el convenio de colaboración que mantiene con la Fundación Oso Pardo desde 1995 y se comprometió a subvencionar las actividades de esta organización conservacionista con 287.166 euros durante los años 2006 y 2007.