Diario de León

| Reportaje | Informadores en Valdespino de Somoza |

Delante del objetivo

El encuentro de periodistas reunió a medio centenar de personas en torno a una conferencia de Magín Revillo y a la necesidad de aunar esfuerzos en defensa de las tradiciones del medio rural

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Maite Almanza - valdespino de somoza
León

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«Confieso que Estados Unidos me ha regalado siete años tan diferentes como singulares, como lo que podría contar un bombero torero». Con frases tan rotundas como la anterior explicó Magín Revillo, corresponsal de Radio Nacional de España en Washington, su experiencia personal y profesional al otro lado del Atlántico durante la charla con la que comenzó el séptimo encuentro de periodistas en Valdespino de Somoza. Revillo, continuador de una amplia saga familiar de informadores muy vinculada con Astorga, repasó acontecimientos de la política estadounidense y española, tragedias como el huracán Katrina o los atentados del 11 de marzo, y la situación de los medios de comunicación en el país en el que reside desde 1999. El periodista esbozó también recuerdos infantiles ligados a la capital maragata, de la que se declaró hijo adoptado y de la que dijo: «Astorga es algo más para mí que una nación: es la puerta del cielo». Revillo se declaró ferviente admirador de los Estados Unidos -«los de la democracia, los que superan las razas, los colores, las culturas y las religiones», matizó- y su forma de vida. Reconoció que la prensa de aquél país «es complaciente con el poder». Finalmente, vinculó su mundo de la infancia con el de su vida adulta: «No creo en la objetividad. Tratas de hacer tuya la crónica, y en mi caso, trato de acomodarla al oído maragato». El encuentro, organizado por la Asociación para la Promoción y Defensa de la Cultura Maragata y el Club de Periodistas Maragatos, reunió en la escuela ecocultural de Valdespino a medio centenar de asistentes, entre ellos informadores vinculados con la comarca, e incidió también en la necesidad de preservar las tradiciones. El grupo visitó después el museo de la Arriería de Santiagomillas antes de degustar un cocido maragato en Casa Lucinio, a cuyo término fue repartida la conferencia impresa que ofreció Martín Martínez en el encuentro del año 2000.

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