Javier Pérez teme que nuevas cornisas o molduras de la torre rosada puedan desplomarse
El arquitecto de la Catedral advierte del riesgo de más desprendimientos
La arquitecta territorial de la Junta visitará el lunes el templo e informará a Patrimonio
El arquitecto co-redactor del plan director de la Catedral de Astorga, Javier Pérez, advirtió ayer de que la torre rosada del templo podría sufrir nuevos desprendimientos debido a su mal estado de conservación. El técnico consideró que los elementos arquitectónicos que ofrecen mayor peligro de desplome, que podría suceder «en cualquier momento», son las líneas horizontales de cornisas voladas que se encuentran entre los diferentes cuerpos de la torre, y las molduras de ésta, que están «muy deterioradas y fragmentadas», dijo. Cabe recordar que un tramo de cornisa del segundo cuerpo de la torre rosada cayó al suelo y se rompió en pedazos en la noche del miércoles al jueves pasados, aunque sin causar daños personales. Pérez indicó también que algunos otros elementos de piedra de la misma torre están fragmentados, como las esquinas o los arcos, aunque consideró que el desplome de éstos será más difícil al estar integrados en los muros. Señaló, además, que «la piedra rosa es la de peor calidad de las de la Catedral». «Hay un peligro cierto e inmediato de que caigan nuevos elementos arquitectónicos, y teníamos que estar ya interviniendo en la torre», indicó el arquitecto, que confirmó que hay un plan para actuar en esta parte del templo. Sin embargo, matizó que «las previsiones económicas ahora son menos fuertes que antes, cuando hubo una época con cierta continuidad en las labores de restauración», dijo. El arquitecto aclaró también que la torre rosada «es la única parte que queda por restaurar de lo que da a las zonas de uso público», dado que «sólo están pendientes de remozar parte de la torre norte y de la fachada de la Catedral abocadas al claustro», indicó. Pérez también estimó que estas zonas «entrañan menos peligro que las que se sitúan en el área exterior» de la seo. «Yo no lo haría» En este sentido, el arquitecto recordó que el atrio de la construcción, soleado en invierno, es muy visitado por los jubilados durante su paseo y por grupos de turistas que suelen situarse justo bajo la torre para recibir las explicaciones del guía. Además, señaló que los asistentes a las procesiones que atraviesan el atrio ocupan también esta zona. «Yo no lo haría, no es muy recomendable», señaló. En este sentido, abogó por mantener el actual vallado de seguridad del perímetro afectado mientras no cambien las circunstancias. Mientras, fuentes de la delegación territorial de la Junta confirmaron ayer que la arquitecta de este organismo, Amelia Biain, contactó con Pérez -que le remitió ya fotos de la torre- para interesarse por esta cuestión; que visitará la Catedral el lunes para comprobar los daños y que emitirá el correspondiente informe a la dirección general de Patrimonio. El presidente del cabildo, Miguel Sánchez, aseguró por su parte que este órgano solicitará ayuda de la Junta para restaurar la torre de acuerdo a las instrucciones que les facilite la arquitecta territorial. «Hay un peligro cierto e inmediato de que caigan nuevos elementos arquitectónicos, y teníamos que estar ya interviniendo en la torre» JAVIER PÉREZ Co-redactor plan director