Un pueblo unido por un puente

Hace ya diez años del primer Pleno que abordó la construcción de una variante que desviase el trafico rodado del centro del casco urbano de Carrizo de la Ribera, que ya por entonces a determinadas horas del día estrangulaba al pueblo e impedía el normal desarrollo de su actividad comercial y ciudadana; ese día la votación arrojó un saldo positivo a favor de la idea y el proyecto que la Junta de Castilla y León y su Consejería de Fomento. Sólo las presiones realizadas por un grupo político independiente y un puñado de firmas recogidas con amenazas, dejaron este proyecto en el cajón. Además, el proyecto también se vio perjudicado por las necesidades de los distintos grupos políticos que han gobernado el Ayuntamiento desde el PSOE, que necesitó los votos del grupo político Equipo Progreso -opositor al proyecto- e hizo suyo este rechazo, a pesar de que la dirección del partido en León sí estaba a favor de la variante. Lo mismo le sucedió al PP en esta legislatura, que pactó con el representante único del desaparecido Equipo Progreso, ahora UPL, y también desestimó el proyecto y apostó por el derribo del puente de hierro. Sólo la presión vecinal y las más de 1.700 firmas recogidas en apoyo de la variante hicieron recapacitar al PP, que abandonó a la UPL, y volvió a defender el proyecto, al igual que el PSOE. Ayer, el sentir de los vecinos que en el día de ayer se habían enterado de la noticia era de satisfacción y alegría, pues en el pueblo había ya una sensaci¿no de hartazgo.