CARTA TE ESCRIBO
Guárdate de las alergias
QUERIDO hermano: Pasado mañana, dicen, entra la primavera, ya verás cómo ha sido. Aunque tengamos días de lluvias y ventiscas, de cierzos y rabizos, ya nada será igual, el cambio vendrá. Cuídate que entramos en fechas en las que no sólo afloran las flores, pues andan las urticarias y alergias que no veas. Se altera la sangre y nos desmandamos sin necesidad, para tener que echar el freno a tiempo, o despeñarnos. Sí, guárdate de las alergias como si fueran los idus de marzo. Por ejemplo; ahí tienes a nuestro presidente provincial, García Prieto, tan sensato él al menos en apariencia quien, no voy a ocultarlo -lo dije aquí- me cayó muy bien desde el principio; sigo creyendo en él pero, de cuando en vez, patina. Y ahí le queda el sermón. Tiene muy claro que la Diputación está, única y exclusivamente, al servicio de la provincia; lo tiene asumido que León, Ponferrada y San Andrés están taxativamente excluidos de las intervenciones que pueda realizar la Excma. Pues ha caído, otra vez, en la trampa capitalina. Dicen que se intenta vender el solar de Santa Nonia, y los millones de euros que la operación produzca se destinarán a un museo de la Semana Santa. Lo que sobre, -¿sobrará?- a dotaciones para el área rural. La idea, hermano, vista desde Astorga, es excelente y digna de encomio. Ese solar si algo ha producido a la Diputación son quebraderos. Bien, que se venda y adelante el museo, o la presa de Casares en el Jerga, o la carretera de Benavides ahora que anda en el centenario del mercado y buena falta nos hace. Sí, el museo dile a Javier que sí, pero no en León; ¿por qué en León? Es una buena idea eso de un museo provincial de la Semana Santa; con el mismo se potenciarían esas celebraciones, la cultura y el turismo de la provincia, a la vez que se daría un nuevo aliciente a alguna de las poblaciones de menos de veinte mil habitantes. Para que no digáis que arrimo el ascua, que podría hacerlo, ahí están Sahagún, Coyanza, La Bañeza y en último extremo Astorga, todas con una Semana Santa contrastada. Esa querencia de los leoneses, que más parece alergia a otros, no acabo de entenderla; es un atropamiento que necesita tratamiento. Alergia primaveral, con serie de estornudos, es la que ha invadido lo del mercado semanal de Astorga; unos y otros andan con erupciones; el tratamiento va a durar casi un mes y el enfermo retornará a sus viejas calles y plazas, habrá alguna recaída y habrá que aplicarle antibióticos. La plaza Mayor, que para eso se construyó, será el eje. A lo mejor se queda en una sinusitis, pero me ha escamado la postura de la comisión de Patrimonio en torno a la casa que el obispado quiere transformar, frente al palacio. Nada te digo que ya lo has leído pero, en mi ignorancia que algunos calificarán de supina, creo que sólo hay dos soluciones. Derribo total y retranqueo del nuevo edificio o, virgencita que me dejen como estoy. Un auténtico disparate sería añadirle una planta; y mucho me temo que habrá empecinamiento. Y como final, querido hermano, eso sí que es alergia; la de las ministras de Agricultura y Medio Ambiente; es alergia pantanera que afloró por boca de la innombrable señora Caballero al dar carpetazo a los presuntos y no natos embalses del Eria y del Duerna. Los vecinos de la Valdería y de la Valduerna, los pocos que restan, ya pueden ir pensando en la mudanza. Bueno, les queda la solución de las casas rurales, tan de moda, y reconversión de los pajares y cuadras, echar la boina al escaño y llamar al hermano que se fue hace 30 años a Bilbao para que los fines de semana tenga una ocupación del 20%. Se les niega el pan y la sal; se les niega el agua. Porque aún están esperando los proyectos alternativos.