El acceso a la playa de vías de la térmica estará terminado en mayo

La central térmica de La Robla inició las obras para construir la nueva infraestructura de la denominada playa de vías, que permitirá transportar el carbón en ferrocarril desde el puerto del Musel en Gijón hasta La Robla. De este modo, la empresa pretende sustituir el actual medio de transporte, los camiones. El proyecto, que está costeado en exclusiva por Unión Fenosa, alcanza un precio de cuatro millones de euros. En la actualidad, se ha finalizado ya uno de los cambios de los raíles por el que llegará el carbón, aunque el resto de vías no estarán finalizadas hasta el mes de mayo. Con este nuevo sistema de transporte, desde la central térmica de La Robla se alega que el ferrocarril «supone una mejora significativa, ya que implica el respeto al medio ambiente, eliminando la contaminación de los camiones, que circulan entre cien y 150 diarios desde Gijón y por el Puerto de Pajares». Desde la central se apuntó que la media anual supera las 450 toneladas de carbón transportadas. Entre las principales características de la nueva instalación, tienen como punto base el desvío del ferrocarril Gijón-León en la vía general, a su paso por la central térmica, con lo que se crea un apartadero. La infraestructura en sí consta de 350 metros útiles de longitud y dos vías paralelas a la general, ubicadas en la propia central. Esto permitirá regenerar la vía a la altura de la térmica, con una longitud de 500 metros, que será utilizada para dar paso a la maniobra de las composiciones, con la que se podrá acometer un total de 18 vagones de la categoría TT-4, con 53 toneladas de peso neto cada uno, y de 16 vagones TT-49, que en este caso admitirán 43 toneladas en total. El transporte podrá alcanzar un peso final de mil toneladas por composición, por lo que las características de la nueva instalación hacen de la misma un elemento de vanguardia, ya que también contará con un foso de descarga de hormigón que a la vez cuenta con una tabla de recepción del carbón y una cinta extractora bajo tolva, de 800 toneladas por hora de trabajo. Además, el proyecto cuenta con un nuevo automatismo que controla todo el mecanismo de carboneo.