Diario de León

La Policía Nacional localizó a los cabecillas de la red en tres provincias

Un bañezano, detenido por un presunto delito de prostitución

Mujeres rumanas eran obligadas a prostituirse en un burdel de su propiedad

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D. López - la bañeza
León

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Un vecino de La Bañeza, copropietario del club de alterne Play Boy, de Alcañices (Zamora), se enfrenta junto con su socio y el encargado de éste, estos últimos vecinos de la localidad zamorana citada, tras su detención por la Policía Nacional, por un presunto delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y otros relativos a la prostitución, según informó ayer la Dirección General de la Policía, en una nota de prensa. Agentes de la central de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF), en colaboración con la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Zamora, la Comisaría Local de Tortosa (Tarragona) y la Unidad de Extranjería de Zamora llevaron a efecto la desarticulación de la organización criminal. Sus responsables ofrecían a las mujeres un trabajo bien remunerado en España, con la finalidad de explotarlas sexualmente en clubes de alterne. En la operación policial fueron arrestados los tres máximos responsables de la red. La denuncia Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia formulada Zamora por una ciudadana rumana, que dijo haber sido captada por una pareja formada por madre e hijo. La primera le ofreció la posibilidad de trabajar en nuestro país en la hostelería o la limpieza, poniéndola en contacto telefónico con su hijo, que se encontraba en España, el cual gestionó el viaje. El traslado lo realizó acompañada por otra mujer, también rumana. Al llegar a Madrid, el hombre las recogió y trasladó en autocar hasta Salamanca, siendo alojadas en un piso de la capital. Allí les informó de que iban a ejercer la prostitución en un club de manera eventual. Posteriormente, trataría de encontrar una de las ocupaciones que les había ofrecido por teléfono. Al cabo de unos días fueron trasladadas a otro domicilio en Salamanca, que controlaba un individuo, que se hizo cargo de las mujeres. En ese domicilio residía una compatriota de éstas, quien les explicó las peculiaridades del trabajo en el club, aclarando que durante los tres meses que debían trabajar allí, tendrían que saldar una deuda de 1.300 euros, cantidad que la pareja había pagado por cada una de ellas. Tras permanecer esa noche en dicho domicilio, las trasladaron al club Belle Epoque, en San Cristóbal de Entreviñas (Zamora), donde fueron obligadas a prostituirse. Otro chantaje La denunciante manifestó que una vez que saldó la deuda impuesta, recibió una llamada telefónica del rumano que gestionó su llegada a España, quien exigió a su vez el pago de 5.000 euros o mataría a su familia. Durante los tres o cuatro meses que permaneció en el club, todo el dinero que obtuvo se lo quedaron los responsables del local. El Belle Epoque se denominó más tarde Las Gárgolas, hasta su cierre. Fue entonces cuando sus titulares abrieron otro nuevo, el Play Boy, de Alcañices, en el que se desarrolló parte de la operación policial. Control de extranjería Fue la denuncia de la mujer rumana en la Comisaría de la Policía Nacional en Zamora, la que motivó que se estableciera un dispositivo policial encaminado a la detención de los implicados. Así, se efectuó un control de extranjería en el club de alterne denominado Play Boy, de la localidad zamorana de Alcañices, al objeto de liberar a mujeres que se pudieran encontrar en el lugar y que, según la denuncia, se encontraban allí ejerciendo la prostitución en contra de su voluntad y con la finalidad de intervenir efectos implicatorios de las actividades que se realizaban.

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