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Cuentacuentos y libros usados para un día más que especial

La oficina de información juvenil de Cistierna celebro el día del libro con un cuentacuentos, un rastrillo de libros usados procedentes de la biblioteca municipal y una exposición de marcapáginas

Publicado por
José María Campos - corresponsal | cistierna
León

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El servicio de información juvenil de Cistierna y la concejalía de Servicios Sociales pusieron en marcha una cuenta cuentos y un rastrillo de libros usados para celebrar el día del libro. A mediodía se había instalado en el exterior de la Casa de Cultura de Cistierna un puesto de cerca de un centenar de libros viejos procedentes de la biblioteca municipal, que se ofrecían al público al precio de dos euros la unidad. La recaudación se destinará para fines sociales. Además la entrada de la casa de cultura se había colocado una exposición de los trabajos de los niños del concurso de marcapáginas. Mientras tanto en el interior de la Casa de Cultura, en su salón de actos, se ponía en marcha un cuentacuentos al que asistieron cerca de un centenar de personas entre niños y padres. El protagonista supo hacer partícipes tanto a los niños como a sus padres en las diversas representaciones que se llevaron a cabo a lo largo de la hora de actuación. Al final de la misma, se realizó la entrega del premio al mejor marca páginas y los diplomas a los niños y niñas que participaron en el taller de animación. Marina Sastre, responsable del servicio de información juvenil de Cistierna, puso en marcha hace unos meses la iniciativa se realizar un taller de animación a la lectura con el fin de que aquellos niños que participasen en el taller empezasen a disfrutar más con los libros. Cada niño traía el libro que más le gustaba y tenía que convencer a los demás compañeros por qué ese era su libro favorito. Con representaciones A la vez se hicieron representaciones de todos los libros con personajes, en forma de guiñoles, que previamente había elaborado los participantes en el taller en colaboración con Marina, que fue la encargada de realizar el taller. Los libros de todos fueron rotando entre el resto de los compañeros y al final se decidió cual era el mejor libro para todos. Un juego que ha permitido introducir en el hábito de la lectura a los más pequeños. Así pues una veintena de niños pudieron disfrutar cada martes con su libro favorito y con el de los demás. El próximo año se pretende repetir esta experiencia dada la respuesta de niños y padres. Además se volverá a poner en marcha el rastrillo de libros usados.