El pescado azul como remedio para las agujetas

Fe, deporte, tradición y sardinas a la parrilla son los ingredientes que se conjugan en la Marcha Popular a Castrotierra, organizada por el Club Ciclista Bañezano y que ayer cumplió su vigésimo séptima edición. Aunque, en principio, la bicicleta sea el vehículo ideal para esta romería, cada vez son más -en especial mujeres- los que madrugan para recorrer los 14 kilómetros que, según el itinerario oficial, separan la cabecera de la comarca del santuario de la Virgen del Castro. Los caminantes salen de La Bañeza sobre las diez de la mañana, una hora antes que los ciclistas y hay quienes llegan a meta antes que ellos, con una hora y tres cuartos de caminata. Otros, como algunos monitores y residentes de Nuestra Señora del Valle, también parten antes, por motivos de su condición física, para no perderse nada. Y también los hay que prefieren ir a su aire, de manera que los caminos vecinales que recorre la marcha -por Santiago, Rivas y Palacios- se convierten en un continuo goteo de romeros, además del pelotón principal, que aglutina a la mayoría de ellos. Logística romera Según fuentes de la organización, 446 personas se inscribieron para participar, de manera oficial, en la marcha, a los que se deben sumar andarines y automovilistas -entre ellos el alcalde de la ciudad, José Miguel Palazuelo, y el concejal Luis Pérez Rubio-, que quedan al margen del control organizador. Federico Ares, presidente de la asociación deportiva, advertía de estas circunstancias para quien desee hacer el cálculo de asistentes a la romería, mientras se asaban a la parrilla 156 kilos de sardinas frescas, que junto con 800 refrescos y 750 botellines de cerveza, se repartieron entre los inscritos, muchos de ellos, atraídos por las sardinas -quizá el pescado azul sirva como remedio a las agujetas-. Ares agradeció de manera «muy especial» la colaboración de la Guardia Civil de Tráfico y del puesto de La Bañeza con la marcha «en un día como este», final de puente. Centenares de bañezanos cumplieron con una de sus tradiciones, en un día con el buen tiempo que el club hubiera deseado para el vigésimo quinto aniversario de la peregrinación.