Del monigote del antruejo a una corriente política

La localidad orensana de Verín escenifica durante su carnaval el juicio, condena y ejecución de un monigote que llama maragato, que encarna bajos valores sociales y que perece quemado. Laza, una población cercana, utiliza también esta figura como una de las secundarias de su ancestral antruejo. Además, el término maragato es utilizado para denominar a los federalistas brasileños opuestos a un Gobierno nacional excesivamente centralista. Este calificativo nació con este uso, con fines políticos, en Río Grande do Sul en 1893 durante la revolución federalista. Los defensores de un Ejecutivo intervencionista querían insinuar que los entonces rebeldes eran mercenarios uruguayos, en relación con el papel del pueblo maragato en la fundación de varios enclaves de este último país. Finalmente, maragato es también la figura de madera que remata el reloj de la torre de la iglesia parroquial de Boñar, reloj que en 1861 regalara a la villa el marqués de Astorga. La figura es obra de un carpintero local.