La Junta respalda el queso de Beyos con la creación de una IGP propia

La directora de Industrialización y Modernización Agroalimentaria, Carmen Suárez, visitó ayer Oseja de Sajambre para ofrecer el apoyo de la institución que dirige a través del ofrecimiento técnico necesario para consolidar la iniciativa de la promotora de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) a la primera iniciativa local en la fabricación de queso de Beyos. Carmen Suárez llegó acompañada del responsable del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, Fidentino Reyero, manteniendo ambos una reunión con el alcalde y teniente de alcalde de Oseja, José Antonio Mendoza y Carlos Granda, así como con la primera emprendedora en la fabricación de queso de Beyos en Oseja, Ángeles María Collado. Suárez destacó la importancia de la iniciativa en una zona que calificó de «ultraperiférica». «La industria agroalimentaria es un prioritaria para nosotros y en lugares como Oseja de Sajambre más aún. Lo deseable es que la iniciativa funcione como una mancha de aceite que se extienda a más emprendedores y sirva para fijar población» manifestó Suárez, quien también señaló la importancia de este tipo de industrias para el sostenimiento del sector ganadero. Para el teniente de alcalde, Carlos Granda, la puesta en marcha del primer proyecto de elaboración de queso de Beyos supone no sólo evitar la pérdida de un recurso local, sino su puesta en valor en forma de recurso económico. «No podemos perder ningún recurso, pues los necesitamos todos. Ahí están también la torta mantecada, los sequillos y otras actividades tradicionales que no deben perderse y sí ponerse a producir» manifestó Granda. Un proceso de abajo a arriba El proceso es técnicamente modélico en su germen: la iniciativa surge de entre los vecinos que, tras percatarse de las posibilidades de la fabricación del producto y del inicio de la tramitación por parte del Principado de Asturias del expediente para acoger una IGP, comunican la iniciativa a los representantes locales, los cuales elevan la propuesta a la autoridades competentes de la Junta y del Principado, quienes coordinan sus intereses para que, al tratarse de una iniciativa que afecta a dos comunidades autónomas, sea el Ministerio de Agricultura quien elabore el expediente que culminará con la denominación de calidad del producto que supone la IGP. Un largo trámite que hasta ahora parece haber recorrido el camino con todas las bendiciones.