Diputación y Ayuntamiento fijarán una estrategia única para el circuito

El presidente de la Diputación de León, Javier García-Prieto, y el alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, mantendrán la semana que viene una reunión con el fin de intercambiar información y definir una estrategia común para la consecución del circuito de velocidad de Castilla y León y parque temático del motor, según confirmaron ayer a este periódico ambos políticos. Los más probable es que la fecha del encuentro se fije a lo largo de la jornada de hoy, después de que Palazuelo y García-Prieto mantuvieran una conversación telefónica el miércoles, a tenor del ofrecimiento del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, para la cofinanciación del trazado entre las administraciones implicadas. Según explicó ayer el presidente de la Administración provincial, el contenido de la reunión se centra en «coordinar aquellos aspectos que afectan a la Diputación y al Ayuntamiento, con el fin de que las actuaciones se realicen en paralelo y en hablar de las posibilidades que se abren ahora para el proyecto». García-Prieto, del PP, señaló que el aspecto ambiental no será el único que tratará con Palazuelo, al estar pendiente la conclusión del informe de impacto que .los grupos municipales y los ayuntamientos implicados decidieron que se encargara en mayo del año pasado, sino que se tratarán todos los aspectos relativos a la iniciativa «ahora que existe un compromiso claro por parte de todas las administraciones», señaló. El proyecto técnico Por su parte, el alcalde bañezano, José Miguel Palazuelo, del PSOE, señalaba ayer que el equipo de gobierno municipal «sopesa ahora mismo encargar o no el proyecto técnico con los 500.000 euros del Consejo Superior de Deportes». Palazuelo sostiene que «lo ideal es crear un consorcio de administraciones, aunque si esto supone dilatar el proceso en el tiempo quizá sea cuestión de tirar para adelante como se hizo con el aeropuerto de León, que, al principio, era una señal indicativa en la carretera». La existencia de la zona de protección de aves (Zepa) y la recalificación urbanística de las 365 hectáreas que cedió la pedanía de Miñambres de la Valduerna para construir el trazado son los asuntos que deberían abordarse en primer lugar.