La institución autonómica se hará cargo del área educativa y compartirá la asistencial
La Junta cogestionará Nuestra Señora del Valle con la Diputación
El centro cumple veinte años con un homenaje a sus fundadores, los Hermanos Holandeses
Con 131 residentes y 135 trabajadores, Nuestra Señora del Valle celebró ayer el vigésimo aniversario de su fundación con un homenaje a todos aquellos que contribuyeron a su creación y al impulso que ha cobrado hasta la actualidad. Ex presidentes de la Diputación desde mediados de la década de los ochenta y el actual responsable de la institución provincial participaron en un acto que homenajeó especialmente a los fundadores del centro asistencial, los Hermanos Holandeses. García-Prieto anunció que, en el marco del Pacto Local, el proceso de transferencias contemplará la entrada en la gestión de Nuestra Señora del Valle de la Junta, en una labor que realizará con la Diputación. Hasta ahora, la institución autónoma financiaba con convenios específicos parte del gasto anual del centro. Con el traspaso competencial se hará cargo de todos los aspectos de educación especial y compartirá la gestión y los gastos de la asistencial con la institución provincial. «La Diputación asumió estas responsabilidades sin tener competencias, porque si la política y las instituciones tienen sentido es cuando se orientan hacia proyectos solidarios», apuntó el presidente, quien reconoció en su discurso «veinte años de esfuerzo, compromiso y solidaridad» y garantizó que recogerá «la semilla de la innovación con la que un día nació este centro y a seguir manteniendo el listón alto». Por su parte, el director del centro, Alejandro García, ensalzó el papel de los Hermanos Holandeses en la fundación de Nuestra Señora del Valle, antes de que el presidente de la Diputación y el hermano Teo descubrieran la placa conmemorativa a esta labor que desde ayer luce en uno de los jardines del centro. Los residentes, discapacitados intelectuales gravemente afectados, muchos de ellos con problemas físicos asociados, disponen de talleres ocupacionales, piscina climatizada para ejercicios de rehabilitación, servicios de fisioterapia, logopedia y psicomotricidad, además de un amplio programa de ocio y la participación en actos culturales y deportivos de La Bañeza, en un intento de integración para no permanecer aislados de su entorno más cercano. En este sentido, el alcalde, José Miguel Palazuelo, destacó la simbiosis entre la ciudad y el centro. «Su integración en la vida social y cultural es plena».