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Corriendo relevos hasta Santiago

Más de quince militares del Regimiento de Artillería se han convertido en peregrinos y llegarán la próxima semana a Compostela

El coronel Luis Varga comenzó el recorrido con los militares del Ralca

Publicado por
A. Calvo - astorga
León

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Más de quince militares de diversas graduaciones del Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Astorga (Ralca) partieron ayer de la capital maragata con destino a Compostela. Estos peregrinos harán recorrerán muy rápido la distancia que separa ambas ciudades ya que harán el Camino corriendo. El recorrido consistirá en una carrera a pie de relevos en la que los participantes se dividirán en ocho equipos de dos personas cada uno. Cada uno de los grupos deberá recorrer doce kilómetros de forma que al final de cada jornada el equipo total haya recorrido un total de 96 kilómetros. La peregrinación comenzó ayer tras la misa en la catedral de Astorga que ofició el deán Miguel Sánchez Ruiz. Está previsto que los 16 militares lleguen a Santiago de Compostela la próxima semana. Equipo de apoyo Los peregrinos llevarán un equipo de apoyo formado por media docena de personas. Estos se desplazarán en una furgoneta que irá recogiendo a los militares una vez que hayan terminado su relevo. En otro vehículo también viajará un equipo médico por si surgiera cualquier incidente durante la realización del trayecto. Está previsto que estos peregrinos lleguen a la plaza del Obradoiro el día 29 de junio. Allí, en la catedral de Santiago de Compostela, acudirán a una misa del peregrino que se celebrará al mediodía. Plan de adiestramiento Esta actividad está enmarcada dentro de un plan de adiestramiento físico-militar de las Fuerzas Armadas. De esta manera, los militares que participan en esta actividad adquirirán gran resistencia física, ya que cada día tendrán que correr doce kilómetros del Camino de Santiago. El Camino de Santiago, del que la provincia de León y la Maragatería son parte esencial del trayecto, está recobrando el auge con el que contó siglos atrás. Los militares participarán así, a través de su formación, en un recorrido histórico, con tradición. Cuatro días de vértigo para hacer un recorrido que los peregrinos normales suelen tardar una media entre diez y quince días.

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