Un apellido aportado por las ferias de ganado, al cobijo de su muralla, conventos, iglesias y hospitales
Los primeros documentos que hablan de los orígenes de esta villa se remontan a finales del siglo XII cuando fue repoblada por Fernando II. De Mansilla de las Mulas cabe destacar su muralla, considerada como la única obra medieval con valor estratégico de la provincia. De las cuatro puertas que se abrían en ella, la mejor conservada es el Arco de la Concepción, por ella entraban los peregrinos que llegaban a Mansilla a través de la Calzada de los Peregrinos. Las otras tres se encuentran en peores condiciones, son la puerta de Santiago, la de San Agustín y la de la Concepción. Además de estas, existe otro acceso secundario denominado El Postigo, se trata de una salida secreta de la muralla al río Esla, es en este lugar en el que tendrán lugar las justas medievales. Con el paso de los siglos Mansilla se pobló de templos, conventos y hospitales, entre los que destaca, la iglesia de Santa María del siglo XII o la de San Martín convertida hoy en casa de cultura. La importancia de las ferias de ganados y mercados en Mansilla fueron los responsables de su apellido «de las mulas».