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El encuentro estuvo amenizado por la música de Esther Calvo, Stella Castro y Sole Ridaura

Antonio Colinas pone el broche de oro en el certamen de vencejos

Máximo Cayón recibió el diploma del premio nacional de poesía Conrado Blanco

Antonio Colinas leyó algunos de sus poemas inéditos en el certamen de poesía para vencejos

Publicado por
Leticia López - la bañeza
León

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La vigesimoprimera edición de Poesía para Vencejos reunió a un gran número de asistentes en el patio de armas del castillo de Palacios de la Valduerna, en una tarde que rezumaba calor en cualquier rincón, y que se ha convertido en una cita obligada para los amantes de la poesía. El acontecimiento, en el que colabora el Instituto de la Lengua castellano y leonés, estuvo presentado por el columnista de Diario de León, Martín Martínez, que fue llamando a cada uno de los participantes. Algunos de los poetas que dieron lectura a algunos de sus versos fueron Pablo Moldes, Adolfo Alonso Ares, Marina Serrano, Raquel Lanseros o Verónica Aranda, esta última sorprendió al final del encuentro cantando un fado. Tampoco faltó en la tarde soleada la dulce voz de Sole Ridaura, que interpretó varias canciones entre una lectura y otra, o las envolventes melodías del saxo de Esther Calvo y la flauta travesera de Stella Castro. Por otra parte, tuvo lugar la entrega del XVIII premio nacional de poesía Conrado Blanco León, que este año ha recaído en manos del leonés Máximo Cayón por su poema Una puerta que siempre hallas abierta. Fue el poeta y cronista oficial de La Bañeza, Conrado Blanco, el encargado de entregar a Cayón el diploma acreditativo, premio al que optaban más de 300 trabajos y al que se suma una dotación económica de 1.500 euros. Además Blanco, como buen cronista, repasó brevemente la historia del Castillo de Los Bazán, donde han acontecido grandes sucesos y que aún se puede palpar en los muros de la fortaleza. El ambiente fue de lo más concurrido, los frondosos árboles del patio de armas cobijaban de las altas temperaturas al público presente, que disfrutó un verano más de esta reunión de poetas y escritores tan peculiar. El punto final de este encuentro lo puso el prestigioso poeta bañezano, Antonio Colinas, que leyó algunos versos inéditos que formarán parte de su próximo libro, y quien recordó que en este mismo lugar hace veintiún años había comenzado a leer sus primero poemas. La jornada estuvo también amenizada por la exhibición de varios pendones y pendonetas de pueblos de alrededor, que tras finalizar el acto, recorrieron diferentes calles del pueblo. Igualmente, los espectadores del certamen de Poesía para Vencejos pudieron subir al torreón del castillo y visitar las dependencias.

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