Castorina pinta con palabras el inicio de los festejos de Santa Marta

La pintora y escultora Castora Francisco de Diego, más conocida como Castorina, dibujó ayer con palabras un pregón muy sentimental y evocador desde el balcón del Ayuntamiento y con el que dieron comienzo las fiestas patronales de Santa Marta. A pesar de la lluvia y el color gris del cielo, la pintora reunió en sus palabras el pasado y el presente de una Astorga diferente pero que sin embargo guarda el mismo espíritu de siempre, aunque los tiempos cambien. Como recordó, la plaza antes era distinta ya que «ahora es muy señorita, con terrazas a ambos lados, quitasoles blancos y gente relajada» lo que comparó con antaño, cuando «una chiquillería lo invadía todo, la plaza era para los niños y sus juegos» y el lugar dónde «saltaban las risas» Castorina giró la vista atrás con algo de nostalgia para ofrecer un homenaje al pasado, ya que como manifestó: «De esto han pasado muchos años, pero en estas ocasiones los recuerdos se actualizan y así, aquellos que ya no están, vuelven a vivir con la palabra y se pueden hacer hasta verso». Además, la artista recordó a todas las personas de la ciudad que tuvieron la oportunidad de leer el pregón como Luis Alonso Luengo, Leopoldo Panero, Gullón o los Carro Celada, todos ellos dando «su verbo potente y acertado». A lo largo del discurso Castorina abrió su corazón a todos los astorganos del que salieron palabras bonitas y emotivas para homenajear a aquellos que no están, su padre y otras personas que formaron parte de la vida de la ciudad como «el chepa», los Morla, los Celada, la familia Moro, los Panduros, Riancho o los Chapas entre muchos otros a los que calificó como «familias que podían haber fundado un pueblo». Igualmente manifestó: «Tengo las marchas, pasacalles, cabezudos y gigantes en olas de colores chillones, corriendo amenazantes con palos y escobas, bailando en mis recuerdos». Durante el acto de apertura de los festejos, la banda municipal de música interpretó el himno nacional y el de la ciudad que abrieron el telón, oficialmente, de la fiesta.