Parques licita la adecuación invernal del acceso a Soto de Sajambre

La carretera de acceso a Soto de Sajambre entra en la lista de las inversiones del Organismo Autónomo Parques Nacionales en la zona leonesa del parque tras publicarse ayer en el Boletín Oficial del Estado el anuncio del concurso público de la obra de construcción de defensas contra aludes y avalanchas y de ampliación del puente que atraviesa dicha vía. Esta obra cuenta con un presupuesto de 152.936,52 euros y supone eliminar dos de las principales dificultades con que cuenta el acceso a Soto de Sajambre, ya que en invierno son frecuentes las avalanchas de nieve desde los escarpados terrenos por los que discurre la vía, depositándose grandes cantidades de nieve compactada que hacen impracticable el acceso hasta que son retiradas por las máquinas, proceso a veces imposible para las quitanieves debido a que la nieve suele arrastrar piedras, lo que obliga a que sean máquinas retroexcavadoras las que acometan la retirada de los aludes, complica y alarga más todavía el proceso. El problema de las avalanchas se acometerá mediante una especie de tolvas sobre la calzada que, formando una especie de falsos túneles, dirigirán la nieve hacia la zona exterior, evitando que se deposite sobre la vía. Reivindicaciones Se trata de una larga reivindicación de los vecinos de Soto que en su día fue recogida por el Ayuntamiento y enfocada hacia las inversiones que gestiona el Organismo Autónomo. El ensanchamiento del puente facilitará la entrada de autobuses a Soto sin las complicadas y difíciles maniobras que hasta ahora hacían casi imposible para estos vehículos cruzar el estrecho puente y la curva existente en uno de sus extremos, quedando pendiente aún el aumento de la luz del túnel que atraviesa la carretera. Esta obra se viene a sumar al asfaltado y acondicionamiento de cunetas acometido por la Diputación hace unas semanas en la misma vía con una inversión que ronda los 350.000 euros y que, según señalaron fuentes municipales, indica la coordinación alcanzada en este caso entre la institución provincial y la estatal. Este asfaltado estuvo especialmente dificultado por el hecho de que los grandes camiones articulados que llevaban el aglomerado debían llegar marcha atrás desde la carretera nacional hasta la máquina extendedora ante la imposibilidad de rebasarla o dar la vuelta y quedar orientados adecuadamente para verter su carga. En algunos casos los camiones debían ir marcha atrás dos kilómetros hasta su destino.