| Reportaje | La vida en dulce |
El «postre» para una jornada perfecta
El homenaje al repostero Santiago Pérez García hizo de colofón en un primer día de una feria para la que se presume continuidad
A última hora de la tarde la feria cerró el primer día con un más que notable saber de boca, que a tenor de las vituayas expuestas y de la asistencia, se antoja perfecto. Pero uno de los momentos más importantes del día, al menos el más emotivo, fue el sentido homenaje que se dedicó al maestro de reposteros Santiago Pérez García, una institución en el mundo repostero a nivel mundial, con numerosos premios, y autor de más de 25 libros especializados sobre respotería y dulces en sus más de 40 años de actividad profesional en la docencia de esta disciplina. Por las aulas de su escuela privada de repostería han pasado algo más de 10.500 alumnos desde al año 1966. Santiago agradeció muy especialmente esta distinción que le rinden sus «paisanos leoneses» y muy emocionado dijo que el galardón prefería que fuese dedicado «a la labor y no a la persona», si bien las autoridades y los asistentes coincidieron en destacar tanto su «calidad humana como su calidad profesional». Más allá del homenaje y de los puestos, el comentario general circulaba en torno a que ya era hora de que se celebrase una feria como esta y de que se tomara en consideración una de las industrias, que adoleciendo de cantidad de personal, es una de las más representativas de la provincia. No en vano casi la totalidad de las comarcas estuvieron representados por puestos en esta feria, pudiéndose encontrar desde chocolates de Astorga y Castrocontrigo; yemas e imperiales de Bañeza; lazos de Cistierna, Nicanores de Boñar, y otros muchos dulces, a los que hay que añadir una nutrida muestra de licores.