La mejor copia de la original
Los trabajos de reparación se centran ahora en la parte exterior del edificio, tratando de imitar el modelo primario que albergó durante mucho tiempo la antigua fábrica harinera
La restauración de la antigua fábrica harinera de Martín Toral va recobrando poco a poco el ritmo y el color que tuvo en su época, gracias al intenso trabajo que realizan los alumnos de la Escuela Taller y del Taller de Empleo. El futuro Museo del Pan se empieza a levantar sobre todo en la fachada, pues hasta el momento han realizado las obras de la parte exterior, reparando la estructura, colocando los balcones, réplica de los que había en su origen, y por último queda instalar las ventanas. De esta manera y «de cara al otoño e invierno, los alumnos podrán trabajar en el interior», como señaló el director de la Escuela Taller, Alberto Rodríguez. Añade también que «será un fiel reflejo de la que había antes, incluso creo que la superará». Los alumnos del taller de metal se centran en crear la estructura metálica con escaleras que hay en la parte posterior, y por la que en un futuro se accederá al museo, y que va forrado con obra de albañilería, además, esta estructura dispondrá de un ascensor para acceder a las distintas plantas. Parte de los alumnos de metal inciden también en la limpieza de las máquinas y comprueban si funcionan las transmisiones. Reparaciones Una de las partes fundamentales de su trabajo ha sido la limpieza de polvo y óxidos al llevar tanto tiempo cerrada la fábrica. Por esto, el taller de carpintería, formado sólo por mujeres, cepillan las columnas y van restaurando las escaleras del interior y los balaustres de madera. También se están reforzando los suelos con madera porque el piso está débil, mientras que se mantendrá el piso que se encuentra bajo las máquinas, según apuntó el monitor de metal, Santiago Guerra. En cuanto a las tareas de fontanería, electricidad y albañilería están muy avanzadas y son desarrolladas por el equipo de la Escuela Taller, que anteriormente recibieron seis meses de formación teórica. En la última planta desaparecerá una escalera que daba a un desván, y habrá una parte del tejado descubierta para que se pueda observar la restauración del tablado, cuya tarea fue llevaba a cabo por otra empresa externa debido a la peligrosidad de la misma. Por otra parte, se va a colocar un vallado delante de las máquinas para que el público pueda observarlas, ya que éstas se podrán ver en funcionamiento, asegura Guerra. En la planta principal se podrán ver los seis molinos, así como subiendo a la segunda encontramos las seleccionadoras de grano, y ya en la tercera la máquina que recoge la harina, todas ellas movidas por un único y potente motor que se encuentra ubicado en la primera planta. Además, en el Museo del Pan se podrán contemplar los distintos aperos de labranza que utilizaban antes para la recogida de trigo.