Rehabilitan el molino de Almanza tras más de cuatro años de obras

Tres vecinos de Almanza, Pedro Jesús Medina, José Luis Benítez y Bernardo Andrés, pusieron en marcha la Asociación del Molino de Almanza hace unos siete años que ha tenido como objetivo rehabilitar el «Molino de Pobladura» lo que les ha supuesto una inversión de 130.939,12 euros y cuyo primer paso es crear un museo etnográfico. ha contado con ayudas del GAL de 79.872,86 euros. El edificio consta de tres plantas. En la inferior lleva ubicados cuatro rodeznos con sus correspondientes canales. La planta intermedia cuenta con la sala de moliendas, con tres muelas una de las cuales se ha adaptado para instalar una miniturbina a fin de poder disponer de corriente en el edificio. Las otras dos se encargan de mover la maquinaria sutuada en la última planta. En esta zona es donde llega el trigo, se selecciona, se limpia y se muele. Todo el proceso se lleva a cabo con la fuerza motriz que produce el agua. Parte de la maquinaria se ha rehabilitado según comenta Bernado ya que las maderas más nobles han aguantado pero «el pino estabna muy afectado por la carcoma y prácticamente lo hemos tenido se sustituir todo». Señala que parte de las obras las han realizado los tres aprovechando el tiempo libre lo que les ha llevado más de cuatro años. Este molino fue consignado en el año 1978 en el registro de la propiedad de Sahagún pero su construcción data de la segunda mitad del siglo XX, hacia 1850, según se desprende de sus sucesivos propietarios y herencias. Su nombre de «Pobladura» le viene de un antiguo asentamiento situado en sus inmediaciones. En sus principios trataba la producción de aceite denominado Oloilo, utilizado en la elaboración de pinturas que se obtenían de la molienda del lino y el hayuco. Tras sufrir un incendio en el año 1910, del que sólo quedó la estructura de ladrillo, pasa a la manufactura de harina a base de trigo y centeno y en menor medida de cebada.