La cofradía de San Antonio es propietaria de los anexos
El CIT critica las actuaciones de las Carmelitas con el patrimonio
Las religiosas dejan el convento «por las termitas» y esperan que en el cielo no haya «mudanzas»
Aspecto que presenta el convento en el que se encontraba la congregación durante los últimos años
El presidente del Centro de Iniciativa Turísticas de Sahagún, Antonio Alonso, lamentó este fin de semana el tratamiento que las Hermanas Carmelitas han dispensado a una parte del patrimonio artístico del convento que aún ocupan, y que abandonarán en los próximos días para desplazarse a Toledo, previsiblemente. Alonso sospecha que las tablas , según reconoció en su día la comunidad, salieron del convento a un destino desconocido, tras haber sido vendidas por un importe desconocido, supuestamente ante la necesidad de supervivencia a la que se vió sometida la comunidad por la falta de otros recursos. El presidente del CIT recuerda que las tablas protegieron en su día los restos mortales de Juan de Vega primer Conde de Grajal, al tiempo que informa de que la tumba fue profanada por la comunidad para dar sepultura a la Madre Adelaida fundadora de la orden, para unirse posteriormente junto a esta en lugar preferente la del capellán Don Bernardo. Respuesta Las religiosas contestaron ayer tarde con otra nota en la que lamentan la decisión de abandonar el pueblo, pero recuerdan que desde hace cuatro año, recibieron la advertencia de un biólogo de que el edificio estaba en ruina, por sus condiciones y por culpa de una plaga de termitas. Declaran que, de haber sabido que iban a tener que irse no hubiesen acometido inversiones en las instalaciones, y que si se realizaron fue por su voluntad de continuar en la comarca. Lamentan los daños que se haya podido ocasionar a quienes se hayan sentido molestos por algún motivo y basa su decisión de no aceptar ayudas de la Junta en el hecho de que el monasterio es de Clausura Papal, por lo que nadie puede entrar ni salir de él sin el permiso del Obispo. La nota se cierra con una sentencia: «Aquí en este destierro, se acaba todo. La mayoría estamos muy cerca de la eternidad y nos espera el cielo. Procuremos que nuestra conducta sea viable a Dios, que cerca o a distancia nos amemos todos. En el cielo, con Dios, no habrá mudanzas ni distancias, y todos seremos felices» finaliza la misiva de la orden a los medios de comunicación.