Los argumentos paralelos del Tribunal de Cuentas y la guerra política
El Tribunal de Cuentas emitió el pasado mes de agosto un informe en el que se recogían una serie de irregularidades económicas en el Ayuntamiento de Villablino, llevadas a cabo en el periodo comprendido entre los anos 1998 y 2002, como consecuencia de «una mala gestión en los recursos públicos y de las practicas contables de las arcas municipales». Entre otros puntos, el documento recogía la falta de justificación del pago de mas de 300.000 euros y diversos cambios de las finalidades de subvenciones concedidas por el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y por la Junta de Castilla y León; unas partidas económicas que fueron utilizadas para financiar otros proyectos totalmente diferentes a los previstos inicialmente. Otras anomalías que ha detectado el Tribunal de Cuentas son las referentes a ciertas gestiones administrativas, de procedimientos para la contratación de personal, de pagos indebidos de mas de 30.000 euros para la construcción del centro socio sanitario Valle de Laciana, de cuya obra además matiza que no se ha reclamado a la empresa constructora 18.700 euros. Las responsabilidades penales que puedan derivar del asunto y la guerra de intereses políticos, también subyacen bajo el asunto principal de las nóminas de los trabajadores. El panorama se calienta.