Matanza de los Oteros reedita su tradicional reparto de las avellanas

Matanza de los Oteros vivió ayer la jornada de vísperas antes del día grande de sus fiestas en honor a su patrona la Virgen del Rosario o La Cañamona, como es más conocida. El programa de festejos arrancaba, con su primer acto, al mediodía, un repique de campanas y un chupinazo lanzado desde el balcón del Ayuntamiento anunciaban el comienzo de un pasacalles de cabezudos. A las 16.00, tenían lugar las vísperas religiosas en la ermita de La Virgen del Rosario para dar paso media hora después, al reparto de avellanas en casa del mayordomo de la cofradía de La Cañamona. Una tradición por la que cada hermano de esta cofradía adquiere un número de papeletas que ayer eran canjeadas por cuencos llenos de avellanas. Después se lanzaron varios kilos del fruto, con vasos de vino. Es de este acto de donde le viene a la Virgen del Rosario su apodo de La Cañamona ya que, antiguamente, en lugar de avellanas se entregaban cañamones. | e. r.