García-Prieto señala que la nueva pasarela servirá para potenciar el turismo Satifacción ante una obra muy deseada y esperada

La pasarela peatonal entre Quintanilla de Sollamas y Cimanes del Tejar es ya una realidad, después de que ayer el presidente de la Diputación, Javier García-Prieto, que estuvo acompañado de los alcaldes de Llamas de la Ribera, David Álvarez Cuevas, y de Cimanes del Tejar, Genaro Martínez Ferrero, cortara la cinta como acto simbólico que sirvió para inaugurar la nueva infraestructura viaria sobre el río Óbigo. «Ésta es una de las obras que más me ha gustado inaugurar, porque es una de las que más sentido tiene, ya que viene a reparar una situación que había provocado la riada del año 2000 y sirve para unir a dos pueblos que tienen vocación de caminar juntos en unfuturo», aseguró García-Prieto, en la inauguración. Además, según recalcó, esta pasarela contribuirá a potenciar las ya buenas perspectivas turísticas de ambos pueblos a partir del próximo verano, gracias a que la nueva pasarela permitirá conectar a pie las dos áreas de esparcimiento y de ocio con las que cuentas ambos municipios. Agradecimiento a los regidores El presidente de la Diputación quiso resaltar, durante la inauguración -en la que también estuvieron presentes, los diputados Francisco Castañón y Juan Martínez Majo, además de las corporaciones municipales-, la importancia de la labor que han realizado ambos ayuntamientos «y el esfuerzo y dedicación que han demostrado para construir esta nuevo paso sobre el río», puntualizó. Por su parte, ambos regidores mostraron su satisfacción por ver cumplida una vieja aspiración que viene a colmar sus aspiraciones. «A partir de ahora, las posibilidades de unión de ambas localidades son ya una realidad», explicó Genaro Martínez. En la misma línea, se manifestó David Álvarez quien indicó que las obras que surjan de la concentración parcelaria de la zona de Quintanilla dotarán de un espacio que servirá para potenciar, una vez que se ha construida la pasarela, toda la comarca del Órbigo. La inauguración de la pasarela sobre el río Órbigo se convirtió en un acto festivo para los vecinos de Quintanilla y de Cimanes. Nadie quiso perderse una inauguración, que ha venido a acallar a algunos escépticos que nunca creyeron en su puesta en marcha. «Bonita», «excepcional», «increíble»..., son algunos de los adjetivos con que los vecinos de ambas poblaciones calificaban el nuevo paso sobre el río. Lo que más impresionó a todos los asistentes, incluidas las autoridades, es su perfecto acabado, lo bien que se ha cuidado su construcción para que no estropee el entorno y, más bien, se integre a la perfección en el mismo y su robustez. Por supuesto, como siempre sucede con este tipo de obras, no faltaron las voces críticas, de aquellos lugareños que entienden que ésta es una pasarela incompleta. «Y... ¿por dónde van a pasar los coches?», se preguntaban los más críticos, quienes aseguraban no entender cómo es posible que en una obra nueva no se haya tenido en cuenta lo que ellos califican como fallo. Con un año de retraso Los vecinos de los pueblos perdonaron, incluso, el año de retraso con el que llega esta nueva obra. Este retraso ha estado motivado, principalmente, por la imposibilidad de realizar -durante gran parte del año- los trabajos en el cauce y a las orillas del río Órbigo, necesarios para la construcción, primero, y finalización, después, de esta obra.