| Reportaje | Perplejidad en el barrio de Puerta de Rey |
Un enigma aún sin respuesta
Unos diez gatos callejeros están desaparecidos desde hace tres semanas y algunos vecinos temen que fueron envenenados porque el suceso coincidió con la intoxicación de un perro
La plaza de Santa Colomba, en el astorgano barrio de Puerta de Rey, es uno de los enclaves de la ciudad habitualmente visitados por gatos callejeros. Algunos vecinos los alimentan, los controlan y hasta les ponen nombre, y los animales forman desde hace años parte del paisaje. Suelen holgar al sol en alguna de sus calles cuando llega el frío, y normalmente son huidizos con los desconocidos. También hay quienes, residiendo en la zona, están profundamente disgustados con tanta presencia felina. Este panorama cambió radicalmente hace casi tres semanas, cuando varios vecinos, según sus propios testimonios, vieron desaparecer a los gatos casi de la noche a la mañana. Los animales, alrededor de una decena, siempre según las fuentes consultadas, dejaron de aparecer por la plaza de Santa Colomba aproximadamente en torno al pasado 12 de octubre. Los vecinos que los atendían se percataron de este hecho cuando dejaron de verlos de forma repetida a las horas en las que era habitual su presencia. Les pareció extraño que pudieran haberse ido todos de golpe, o que su ciclo vital finalizara en los mismos días. Varios de ellos expresaron su sospecha de que su rápida desaparición pudo deberse a un envenenamiento intencionado. Además, otro hecho inusual vino a sembrar más dudas entre quienes residen en este barrio y se ocupaban de estos visitantes. Un vecino de la zona denunció el pasado 13 de octubre en la comisaría local del Cuerpo Nacional de Policía el envenenamiento de su perra, de raza pastor alemán con alaska malamute, por ingesta de algún tóxico que el veterinario no pudo precisar y que le provocaba, entre otros trastornos, convulsiones. El afectado adjuntó a la denuncia policial el certificado de dicho profesional sanitario, que señala que la perra presentaba «un cuadro agudo tóxico por la ingesta de un cebo» que podía derivar en el fallecimiento del perro. Los afectados recordaron que hace unos ocho años algunos residentes en la plaza también denunciaron lo que consideraban un envenenamiento intencionado de varios gatos callejeros. En aquella ocasión fue posible hallar restos de comida que, una vez analizada, presentó indicios de contener sustancias tóxicas, según rememoraron varios vecinos. Muchos de ellos, además, presenciaron la larga agonía de los animales hasta su fallecimiento. Se da la circunstancia de que, en aquel entonces, aún funcionaba el colegio del barrio, situado en la plaza, y los denunciantes expresaron su temor de que algún niño del centro pudiera también haberse intoxicado con los cebos. Sin embargo, al contrario de lo que sucedió entonces, en esta ocasión los residentes en la zona consultados por Diario de León dijeron no haber encontrado sobras de alimentos, ni siquiera los supuestos cadáveres de los gatos desaparecidos, con excepción de uno sobre el tejado de una casa. Del grupo de felinos que habitualmente merodeaba por el entorno de la plaza de Santa Colomba sólo han regresado dos machos, uno de los cuales se salvó del envenenamiento anterior, precisaron las mismas fuentes. A ellos se han sumado en los últimos días otros tres nuevos gatos callejeros. Además, un vecino dijo que, al menos un ciudadano residente en la carretera de León, en el mismo barrio, también echó en falta cerca de cinco animales que alimentaba a su vez. Los afectados aseguraron que los felinos «no hacían daño a nadie» y eran admitidos con cariño por la mayoría de los residentes en la plaza. La policía nacional y la local, así como la concejala de Servicios Sociales, Victorina Alonso, dijeron desconocer este supuesto envenenamiento de gatos callejeros.