CARTA TE ESCRIBO
Enmendalla y...sostenella
QUERIDO hermano: El cartero ya no llama dos veces como antes. Por eso, tal vez, me devolvieron la última y entre ponte bien y estáte quieta, remitíla de nuevo por lo cual el retraso. Pero, como has comprobado cumplí lo prometido. Espero que, al recibo de estas letras, goces de buena salud con los tuyos, y disfrutes del tiempo bonancible que el otoño nos ha deparado, si es que sigue así. Si en la anterior cumplí contigo, en ésta quiero enmendalla, aunque también voy a sostenella. Sí querido, sostengo y mantengo lo escrito en una del mes de agosto, relacionada con la inauguración del Palacio de Pernía; y el protagonismo que no se sabe por qué se le atribuyó a Ángel Villalba; que ciertamente no tenía ningún pito que tocar en aquel concierto en cuya partitura no había puesto ni una sola nota, sino todo lo contrario. Mantengo, pues, lo dicho y enmiendo. A Villalba se acudió en su día, lo sé, cuando era delegado de la Junta, que ya ha llovido; se acudió cuando presidía Caja España, obteniendo siempre, eso sí, buenas palabras y promesas pero ni un solo maravedí.. Ahora me toca enmendalla. En aquel día inaugural prometió que gestionaría de Caja España una importante aportación. Y cumplió su promesa a pesar de los antecedentes que hacían desconfiar al lucero del alba. Por sus gestiones la entidad financiera, creo que a través de su Obra Social, se nos ha dicho acaba de conceder al Patronato Torreón de Pernía la sustanciosa ayuda de 30.000 euros. Que le vendrán de perlas, como anillo al dedo, a los responsables para las muchas necesidades complementarias que habían quedado en el aire. Si entonces puse en tu conocimiento lo que más de cuatro calificaron de acción desafortunada, bueno es que sepas esta otra noticia que todos alabarán y, por mi parte califico de afortunada. Aquel lunar ha tenido su correspondiente tratamiento. Escrito queda. Te ruego, hermano, no intentes tirarme de la lengua que nada más sé, en lo que a chismes políticos se refiere. Mira, en el PSOE siguen con el mutismo a que nos tiene acostumbrados Juanjo; no abrirá la boca hasta no saber las otras candidaturas; son las ventajas que tiene; la incógnita está en la margarita que deshoja, aunque habrá que tener en cuenta las presiones del partido, que existen. En cuanto al PP, pronto la Seño nos dará la ecuación resuelta sobre el aspirante a la Sabina. Después de lo que dejó traslucir al proclamar a Isabel Recio en La Bañeza ya tenemos tres postulantes a encabezar la lista astorgana; hay que contar con José Luis Nieto que estuvo en boca de la susodicha. Sin embargo, hermano, me embarga un no sé qué que me desazona; el espía me está fallando y yo estoy perdiendo olfato en algunos momentos. Anteayer, alguien a quien supongo enterado, bien enterado de lo que se guisa en Manuel Gullón, doce, ahora con vistas a la calle -o acaso no se cocine allí -, me habló de un cuarto pretendiente a encabezar la lista popular. Y así me dejó, querido, con dos palmos. Se encerró en un mutismo total, no soltó prenda y me quedé mohino porque el molino no molía harina. Con lo cual a doña Isabel Carrasco, si todavía no ha decidido -que me da el pálpito que sí- se le va a complicar la elección. Quizás, cuando recibas ésta ya se sepa su decisión; si no es así en un par de semanas, a más tardar, la tendremos, sea rosa o clavel. Grabadito tengo lo que hace mucho tiempo me apuntó Nieto: «el aspirante por Astorga será designado por el aparato». Pues va a tener razón, digo yo.