El alcalde y la concejala de Servicios Sociales inauguraron las mejoras de la sede del grupo
Arba atiende a 32 familias afectadas por el problema del alcoholismo
Alcohólicos Rehabilitados de La Bañeza recibe entre uno y dos nuevos casos cada mes
La concejala de Servicios Sociales (izquierda) y el alcalde, con los responsables de la asociación
Un total de 60 personas reciben atención especializada en la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de La Bañeza (Arba), que ayer inauguró la mejora de sus instalaciones -en un local cedido por el Ayuntamiento, en la calle de Ángel Riesco- y el Día Mundial sin Alcohol, que se celebra el miércoles, un número de casos que indican el crecimiento de este grupo, que hace cuatro años «no atendía ni a la mitad» de las personas que reciben ahora su ayuda, según explicó ayer Montse González, terapeuta de Arba. De los sesenta pacientes, 32 son enfermos y 28 familiares de éstos, que precisan ayuda para entender al enfermo, ayudarle y sobrellevar una situación también complicada para ellos. «Cada mes nos entra un nuevo caso o dos, que nos remiten del centro de salud de La Bañeza, del de Truchas, de los Ceas de la Diputación e incluso de la Asociación de Ayuda al Drogodependiente (Aclad), de León», indicaba ayer González. Necesidad de espacio La mayor parte de las personas que llegan a Arba lo hacen en situaciones límite, según explicaban ayer en la asociación, donde las dos habitaciones del edificio del Hogar del Jubilado que ocupan se les han quedado ya pequeñas. «Del alcoholismo se puede salir, pero nunca solo. Se necesita ayuda», aseveraba Montse González, que explicaba que «las primeras sesiones, de diagnóstico, precisan privacidad, por lo que necesitamos una sala más. Por otra parte, la sede se ha convertido también en un lugar en el que reunirse y no sólo es el lugar en el que se lleva a cabo la terapia». El alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, y la concejala de Servicios Sociales, Piedad del Río atendieron ayer las peticiones de la asociación en esta materia y se comprometieron a estudiar una posible solución. Arba, que se financia principalmente con las cuotas de 13 euros mensuales por unidad familiar, ha recibido su primera subvención «este año, de la Diputación provincial», lo que ha facilitado que, al ahorrar en gastos, se haya podido adecentar la sede.