Un grupo de trabajadoras denuncia irregularidades en el geriátrico

Un grupo de trabajadores de la residencia de ancianos de Cistierna ha presentado un escrito en el Ayuntamiento en el que denuncian irregularidades en este centro por parte de la dirección, que a su entender están degenerando en un trato vejatorio a los ancianos. Además, señalan que están siendo amenazadas con expedientes, «lo que constituye un acoso moral, creando un mal ambiente de trabajo que repercute en la tranquilidad de los residentes», según el escrito. Señalan que las geriatras tuvieron que realizar en ocasiones funciones propias de enfermería, que se las obliga a registrar los armarios de los mayores «tirándoles las cosas que no sirven sin dejarles la privacidad de ordenar o guardar sus cosas, hecho distinto de la obligación de revisar los armarios para que no tengan alimentos en grandes cantidades, en mal estado o medicamentos incontrolados» o la obligación de bañarles todos los días aunque los residentes digan que ya lo han hecho, «obligándoles a desnudarse de nuevo lo que les supone una verdadera obligación». Por parte de la empresa Clece, que gestiona la residencia, se desmienten todas las acusaciones y muestran todo el apoyo a la directora del centro. La directora técnica de servicios sociales del Clece, María Luisa Conde, dice que todo obedece a la implantación de un nuevo protocolo que obliga a las trabajadoras a realizar funciones que al parecer a alguien no le gustan y que antes no se hacían. «Se ha puesto un procedimiento nuevo de trabajo para que estén mejor atendidos los ancianos y ello implica que deben asearse todos los días, que no pueden tener alimentos incontrolados, en definitiva, hacer controles que antes no se realizaban y que a muchas trabajadoras no les gusta», según Conde, que puntualiza que en el tema sanitario se estableció un procedimiento por una enfermera suplente durante diez días «y el resto se hacía en el centro de salud como en otros centros y la directora se encargaba de trasladarlos. No se ha dejado de hacer ningún tratamiento». El alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, señaló que la comisión gestora acordó hacer entrevistas a los cincuenta residentes y sus familiares «para realizar un análisis del grado de satisfacción con los servicios que se están ofreciendo en la residencia y dependiendo del resultado que se adoptaran, los acuerdos que procedan o medidas necesarias en el caso de que haya deficiencias en el servicio que se presta». El alcalde dijo que en la última reunión con los residentes y los familiares en mayo hubo una serie de quejas referentes al funcionamiento como la lavandería o los menús «que una vez puestos en contacto con la empresa se corrigieron. Desde entonces no ha habido ninguna queja por parte de nadie», según Sen.