El Obispado amenaza a los fieles de la ermita con separarles de la Iglesia

El Obispado de León advierte a los vecinos que vienen realizando rezos los domingos y festivos en la ermita del Arrabal de Laguna de Negrillos cuando al mismo tiempo se celebra la misa en la iglesia parroquial, que su adtitud es grave y que «con esa postura están en trance de romper la comunión con la Iglesia Católica», según señala en un comunicado. El Obispado afirma que el acto celebrado el domingo en la citada ermita en el que un padre bautizó a su propio hijo «constituye una simulación del sacramento, lo que es contemplado en la ordenación canónica de la Iglesia como un delito, al no tratarse de un caso de necesidad», dice textualmente la nota de prensa. Según continúa explicando el comunicado, los padres tomaron esa decisión después de rechazar que su hijo fuera bautizado en la iglesia parroquial de Laguna de Negrillos y «después de haber preparado la celebración en otra parroquia vecina de donde es oriunda la madre del niño, donde finalmente celebraron el bautismo una hora después, habiendo ocultado al párroco de ésta sus intenciuones respecto a lo que pensaban realizar en la consabida ermita. Adviértase que, según las leyes eclesiásticas, el sacramento del bautismo de un niño debe celebrarse, como norma general, en la iglesia parroquial de los padres». El Obispado de León, al que pertenece Laguna de Negrillos, califica este acontecimiento de «lamentable» y señala que «se inscribe en el ámbito de las tensiones que de tiempo atrás se vienen viviendo en esta localidad con motivo de la inscripción en el Registro de la Propiedad de esta ermita a nombre de la parroquia de Laguna de Negrillos y el rechazo por una parte de los vecinos de esta medida, los cuales retienen indebidamente la llave y las cuentas de la ermita. No obstante, la parroquia, guiada por la prudencia y la caridad, no ha emprendido acciones legales contra las personas que protagonizan estas resistencias». Un grupo de fieles viene desde entonces realizando rezos en la ermita los domingos y festivos a la misma hora que la misa en la parroquia.